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‘Breaking Bad’ y la importancia de los secundarios

Breaking Bad, la niña mimada de los críticos, se asienta principalmente en la relación de los dos personajes protagonistas, Walter y Jessie, unos inconmensurables Bryan Cranston y Aaron Paul, recientes merecedores de los Emmy como actores principal y secundario de drama este año. Sus incompatibilidades, y a la vez su dependencia el uno del otro, son uno de los esqueletos básicos de la trama. Y quizá por ello queda empañada la labor de un excelente plantel de secundarios, que hacen aún más grande, profundo e interesante el visionado de esta emocionante «caída a los infiernos». Reivindiquémoslos.

Breaking_Bad_-_Dean_Norris2Durante los primeros capítulos, el personaje de Hank (Dean Norris) parecía un simple contrapunto cómico, el cuñado agente de la DEA que no es capaz de darse cuenta de que tiene a un traficante de metanfetamina en potencia delante de sus narices. Pero es a partir de la segunda temporada y del trauma que experimenta cuando empezamos a descubrir las capas que tiene y logramos empatizar. Norris sabe dotar a Hank de carisma entre sus compañeros de trabajo, en el fondo es efectivo y profesional, pero su orgullo y su masculinidad mal entendida le pierden. Y sólo por la escena final de One minute (3×07) habría merecido acompañar a Paul en la categoría de mejor secundario este año. Norris es un todoterreno que ha hecho apariciones en más de 30 series hasta el momento, pero no ha sido hasta que Vince Gilligan le ha dado la oportunidad de demostrar lo bueno que es más allá de un par de episodios, que no hemos podido comprobar de lo que este hombre, que puede en ocasiones evocarnos el estilo interpretativo de un Robert Duvall o un Robert DeNiro, puede ser capaz. Y del juego que puede y tiene que dar en las temporadas que quedan.

Breaking_Bad_-_Giancarlo_EspositoGiancarlo Esposito es un hombre al que cuesta reconocer, con un físico quizá demasiado común. Con una amplia carrera, más en cine que en televisión, habitual en las primeras cintas de Spike Lee a principios de los 90, en la última década se había encasillado quizá en papeles de policía comparsa (The Box, Sin control). Por eso es de agradecer que a finales de la segunda temporada de Breaking Bad hiciese su aparición como el inquietante Gus, gerente de una cadena de comida rápida local con mucho que ocultar. Bajo la aparente fragilidad física que imprime a su pesonaje, Esposito logra despertar nuestra curiosidad y nuestro temor ante un hombre que rebosa inteligencia y peligro. Sus cambios de expresión, de la afabilidad a la intimidación, siempre aparentando tranquilidad, nos dejan con muy mal cuerpo. En la tercera temporada ya nos ha demostrado de lo que es capaz, pero es que, como Némesis de los protagonistas, aún tiene mucho que ofrecer en los próximos episodios.

Breaking_Bad_-_Bob_OedenkirkTodo artista del trapicheo, a pequeña o gran escala, que se precie, necesita de un abogado que vigile sus espaldas. Y como todo el mundo sabe en Albuquerque, si te ves en problemas con la justicia «será mejor que llames a Saul». Saul Goodman, con su triste oficina y sus patéticas tácticas de ligoteo, termina demostrando que es (otro) profesional fuera de duda. Zafio, sí, sableador, también, pero a Walter y a Jessie les iría mucho peor sin su ayuda. Y a pesar de que pueda parecer débil es mucho más fiel de lo que creemos. Además su verborrea y falta de escrúpulos nos arranca más de una sonrisa. Bob Oedenkirk, de la escuela del Saturday Night Live y al que hemos podido ver en Curb your enthusiasm, Entourage o Weeds, sabe hacer entrañable a este cabroncete y espero que sigan dándole cancha en la cuarta temporada.

Breaking_Bad_-_Jonathan_BanksMike es una extensión del Señor Lobo al que Harvey Keitel dio vida en Pulp Fiction. Ex-policía especializado en resolver situaciones embarazosas, en realidad es un hombre para todo que puede desde colocarte un micro oculto hasta limpiarte una escena del crimen. Las apariciones de este personaje, al que pudimos ver por primera vez al final de la segunda temporada, no han sido muy habituales, pero en la última tanda de episodios ha cobrado relevancia y concretamente su escena con Cranston en Half measures (3×12) es impactante, de las que se quedan en el recuerdo por mucho tiempo. De físico duro, Jonathan Banks, el actor que le da vida, ha sido visto en Dexter, Shark o CSI, al igual que en puñado de películas sobre la mafia. Además los guionistas han sabido dotar de un lado de humanidad a Mike, atisbando ligeramente en su vida familiar. Con Breaking Bad nunca hay nada seguro, pero esperamos poder seguir disfrutando de Banks por muchos capítulos.

Breaking_Bad_-_David_CostabileAparte de los cuatro personajes ya mencionados, existe un puñado de pequeños roles y cameos que también son memorables. Desde Gale (David Costabile, foto de la izquierda) y la escena en la que riega las plantas cantando el tema italiano «Crapa Pelada» en Full Measures (3×13), hasta la aparición estelar del omnipresente Danny Trejo como Tortuga, así como Mark Margolis como el Tio mudo, todo intensidad a través de la mirada. Lo único que se le puede achacar a Breaking Bad es la falta de personajes femeninos potentes. La serie es, en el fondo, una serie de hombres y las dos únicas mujeres importantes en la trama o son irritantes (Marie, la cuñada de Walter) o son unas egoístas manipuladoras que van de sufridas pero que en el fondo no tienen el valor suficiente para tomar decisiones drásticas. Sí, lo confieso, no soporto a Skyler White (Anna Gunn).