‘Thor: El mundo oscuro’: Si no fuese por Loki…

Si no fuese por Loki en sus aventuras en solitario o por el Capitán América, Iron Man y Hulk en las de grupo, las películas con Thor como protagonista serían un auténtico muermo. No por ellas en sí mismas, sino por el personaje. Un dios tan noble tan noble que cansa y cuyo único poder es tener unos músculos descomunales y un martillo capaz de golpear como tal moviéndose como un boomerang no da para mucho. Thor, el personaje, es tan plano y previsible que casi se sabe cuál será el camino a seguir en cada encrucijada de su endiosada vida antes de que llegue el momento de tomar una dirección u otra.

Por suerte para él, no está solo. En Los Vengadores estaba arropado por los tres mencionados anteriormente (aunque el que se llevaba casi todo el protagonismo era Tony Stark) y en El mundo oscuro, como ocurría en su película de presentación, viene acompañado de su hermanastro y siempre villano Loki. Si no fuese por él, Thor estaría perdido. Casi dos horas del dios nórdico haciendo el bien y optando (casi) siempre por la decisión más honorable sería tedioso.

En la anterior, Loki acababa encarcelado por culpa de su megalomanía, sus celos enfermizos para con su perfecto hermano y sus planes de dominación y destrucción. En El mundo oscuro el personaje sigue ahí. No se desvela nada contando que para combatir a los elfos oscuros, villanos de turno y físicamente el resultado de un cruce entre los orcos y los elfos de El señor de los anillos, Thor requiere de la ayuda de Loki. Y ahí es cuando empieza la diversión.

Thor: El mundo oscuro es mucho más entretenida que la primera entrega –se ahorran tener que presentar a la mayoría de los personajes, que repiten– y tiene mucha más acción. Lo cual se agradece en una película del género superheroico comiquero. El guión incluye algún que otro cameo con mucha gracia y chistes realmente buenos. La mayoría a cargo del personaje de Loki, el más imperfecto y el que más profundidad tiene de todos. Tom Hiddleston vuelve a robarle el protagonismo al voluntarioso Chris Hemsworth animando a las voces que piden un spin-off de su personaje.

En cuanto a la trama, esta gira en torno al resurgimiento de los elfos oscuros, a los que consideraban extinguidos. La llamada de su arma más poderosa, que ha escapado de su cárcel ocupando el cuerpo de Natalie Portman (Jane Foster), despierta sus sueños de grandeza y oscuridad. Su plan consiste en aprovechar la alineación de los nueve reinos y sembrar el caos y la oscuridad. Thor y Loki deberán impedirlo.

De los cameos, mejor no decir nada, porque son parte de la gracia de la película, pero sí conviene avisar que, siguiendo la costumbre de las películas de la franquicia Marvel de incluir una escena extra tras los títulos de crédito, en esta no se han privado del bonus. Es más, en El mundo oscuro hay dos. Uno referente a la propia película y otro a un futuro proyecto. Como curiosidad, para acabar, Asgard ha sido remodelada a fondo y ya no parece sacada de Flash Gordon.

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