Oscatlón 2018: Mejor largometraje documental

La categoría de mejor largometraje documental comienza a especializarse hasta el punto de contar con pocos títulos que no encajen dentro de un entramado audiovisual dedicado al género en algunos de los casos. De temática muy pegada a la actualidad, y dejando de lado la creación para centrarse, sobretodo, en la información y la divulgación, las contendientes de este año no tienen ganada la estatuilla de antemano pues su suerte en la carrera ha sido dispar. Además, la gran mayoría de sus responsables estrenan nominación en una de las categoría más curiosas de la gala.

Abacus: Small Enough to Jail. Steve James, Mark Mitten y Julie Goldman



Abacus: Small Enough to Jail es el único título cuyos responsables ya conocen lo que es estar nominado a los Oscar (Steve James por el montaje de otro documental, Hoop Dreams, en 1995; y Julie Goldman por el documental Life, Animated el año pasado). La historia de un pequeño banco regentado por una familia china en el corazón de Chinatown que fue la única institución en Estados Unidos en enfrentarse a cargos criminales por la crisis financiera de 2008 es una pequeña gran historia de David contra Goliat, auspiciada por la cadena PBS de documentales en su sección Frontline. Nombrado uno de los documentales del año por los Cinema Eye Honors, los Oscar del género documental.

Caras y lugares. Agnès Varda, JR y Rosalie Varda



Caras y lugares es la propuesta más creativa de la categoría: presente en el Festival de Cannes, ganadora del premio al mejor documental en el Festival de Toronto, nombrado uno de los mejores documentales del año por la National Board of Review y los Cinema Eye Honors, el último trabajo de Agnés Vardà (que ya se ha llevado a casa este año el Oscar Honorífico) en colaboración con el fotógrafo JR es un canto a la vida, a las personas y un homenaje a los ciudadanos de a pie, a los habitantes del interior de Francia y, en definitiva un reconocimiento a todos esos ciudadanos anónimos que tienen una gran historia que contar y merecen su pequeña parcela de atención y homenaje. Un emotivo y emocionante road trip intergeneracional repleto de humor, amor y respeto.

Ícaro. Bryan Fogel y Dan Cogan



Ícaro fue una de las grandes apuestas de Netflix el año pasado y ha conseguido nominación al Bafta y el reconocimiento de los Cinema Eye Honors como uno de los documentales del año y el documental más sorprendente del año. Cuando el cineasta Bryan Fogel decidió destapar la verdad sobre el dopaje en las competiciones ciclistas, nunca pensó que acabaría dando con un entramado mucho mayor, implicando a naciones extranjeras al borde del conflicto geopolitico. Ícaro comienza siendo un pequeño relato personal de denuncia para acabar siendo un thriller político del más alto nivel, revelando unos detalles y unas acciones que dejan helado al espectador. A nivel narrativo y formal es una de las propuestas más sorprendentes de la categoría, pero en su voluntario anacronismo en una categoría tan pegada a la actualidad y que la Academia utiliza como herramienta para enviar mensajes quizá Ícaro no encuentre su preciada estatuilla. Un pequeño detalle sin importancia que no debería coartar a nadie para ver el mejor thriller del año pasado.

Last Men in Aleppo. Feras Fayyad, Kareem Abeed y Søren Steen Jespersen



Last men in Aleppo es la siguiente contendiente de la categoría: la historia de tres cascos blancos que resisten haciendo su trabajo de rescate y asistencia a los habitantes de la ciudad Siria. A través del retrato de estos tres valientes héroes, el documental denuncia y saca los colores al resto del mundo que tolera la masacre que las familias viven día tras día en el país. Un retrato crudo y devastador de la masacre y unos testimonios de primera mano desde primera línea que nos sumergen en el horror de la guerra y en la injusticia que asola a los sirios. Una cinta muy dura que ha sido reconocida en dos categorías de los Cinema Eye Honors, pero la única de la categoría en no ser listada como uno de los mejores documentales del año.

Strong Island. Yance Ford y Joslyn Barnes



Por último, Strong Island es la otra propuesta de Netflix nominada en esta categoría, un testimonio crudo sobre la historia de la familia Ford, resquebrajada en 1992 tras el asesinato de William Ford, Jr., cuyo asesino nunca fue condenado. Décadas después, la hermana del fallecido sienta delante de la cámara a su familia para enfrentarlos a sus miedos, sus dudas, sus rabias y su impotencia acumuladas durante todos estos años. Un retrato desgarrador presente en los Festivales de Sundance (donde ganó el premio especial del jurado) y Berlín, y multipremiado por los Cinema Eye Honors, así como destacado como uno de los documentales del año. Strong Island es un retrato necesario para estos tiempos difíciles en la era Trump y un emotivo homenaje de su familia a la figura de William Ford, Jr. y al inconsolable vacío que dejó tras su muerte.

Ganará: Strong Island
Debería ganar: Caras y lugares
Molaría que ganase: Caras y lugares