Oscatlón 2018: Mejor maquillaje y peluquería

El veterano Kazuhiro Tsuji ha regresado de su retiro para lograr su primer Oscar con la recreación de Churchill sobre las facciones de Gary Oldman en El instante más oscuro. Sus rivales son Daniel Phillips y Lou Sheppard por el amplio trabajo de caracterización en La reina Victoria y Abdul y Arjen Tuiten por su cuidada labor con el niño con síndrome de Treacher Collins en Wonder.

Kazuhiro Tsuji, David Malinowski y Lucy Sibbick por El instante más oscuro

Oscar
Kazuhiro Tsuji: 3 nominaciones

Nominación a mejor maquillaje por Norbit (2008) Nominación a mejor maquillaje por Click (2007)

David Malinowski: Primera nominación
Lucy Sibbick: Primera nominación

Otros premios del año

Bafta: mejor maquillaje y peluquería


Gary Oldman es un actor excelente, pero Churchill no es, precisamente, el papel para el que ha nacido el actor. Primero porque no se parecen absolutamente en nada y segundo porque ya lo rechazó una vez. Sin embargo, Joe Wright, que quería a Oldman como el ex primer ministro de Reino Unido, tenía una oportunidad… Kazuhiro Tsuji. El maquillador de El planeta de los simios de 2001 ya se había retirado del cine para dedicarse a la escultura y había que convencerle. Un día Oldman le envió un correo: “Hay una película y quiero trabajar contigo. Si no puedes hacerlo, sencillamente no haré la película”. El día que Kazuhiro decidió que quería ser maquillador fue cuando vio el trabajo hecho por Dick Smith convirtiendo a Hal Holbrook en Lincoln, ahora él debía convertir a Gary Oldman en Churchill… No podía rechazarlo. Junto a David Malinowski y Lucy Sibbick consiguieron una transformación increíble y al mismo tiempo humana. Este impresionante trabajo comenzó analizando incontables fotografías del actor en diferentes expresiones y lo mismo con Winston Churchill. Después él y su equipo comenzaron a trabajar con materiales translúcidos, geles, silicona… moldeando mascarillas hasta poder realizar un maquillaje que no cubriera la emoción y las sutiles expresiones del actor. Ahí, por supuesto, radica el mérito y la brillantez de un trabajo enorme que pasaba por 3 horas y 15 minutos de maquillaje diario. Y el resultado es verdaderamente apabullante. Churchill parece haberse levantado de la tumba para protagonizar su propio biopic. La mitad del mérito de la interpretación de Oldman la tienen Tsuji, Malinowski y Sibbick.

Daniel Phillips y Lou Sheppard por La reina Victoria y Abdul

Oscar
Daniel Phillips y Lou Sheppard: primera Nominación

Otros premios del año

Otras nominaciones del año

Bafta: nomnación al mejor maquillaje y peluquería


Aunque este sea, sin duda, el trabajo más discreto de los tres nominados sería un error que pasara desapercibido. En el maquillaje y la peluquería ocurre lo mismo que en la interpretación: Un actor puede exagerar muchísimo un personaje, hacer gárgara, muecas, saltar o arrancarse los pelos sin embargo al final todos caeremos rendidos hacia la sutileza del hombre normal, el Gary Grant de turno al que amaban y admiraban todo ser viviente de este planeta. Pues con La reina Victoria y Abdul y con Judi Dench pasa exactamente lo mismo. Tanto el maquillaje como la peluquería de esta película están a salvo de artificios y cabriolas técnicas. Sin embargo, no deja de ser un título perfecto para mostrar las habilidades de Daniel Phillips con una cara de carne y hueso, sin prótesis o mascarillas… Solo Judi Dench y el maquillador. La clave del esfuerzo tanto del maquillador como de la peluquera Lou Sheppard radica en la cantidad de extras de la película a los que había que dotarles de vello facial e ingentes cantidades de pelo de barba. En este caso, la calidad de la ambientación está estrechamente relacionada con el maquillaje y la peluquería. Un oscar que es complicado de ganar pero que es suficiente para el reconocimiento de dos artistas noveles.

Arjen Tuiten por Wonder

Oscar
Primera nominación

Otros premios del año

Otras nominaciones del año

Bafta: nomnación al mejor maquillaje y peluquería


Lo más difícil del trabajo de Arjen Tuiten en Wonder es conseguir que Jacob Tremblay, el joven que interpreta a ese niño de 10 años con deformidad facial, sea tierno al mismo tiempo que, de manera evidente y lógica, desprenda cierto rechazo. Es un sentimiento tan contradictorio y natural que resulta casi imposible imitarlo. Tuiten, sin embargo, encuentra el equilibrio correcto para dotar a su protagonista de un aspecto difícil de olvidar. Copiar el síndrome de Treacher Collins pasaba por unas orejas subdesarrolladas, la frente hendida, los dientes feos, los huesos de la mejilla también subdesarrollados lo que provoca que sus ojos se caigan. Pero diseñar todos estos arreglos era el primer paso, después había que probarlo con Jacob y ahí era donde llegaba la verdadera cuestión ¿Podrá actuar? Efectivamente, funcionó. El maquillador de Big Fish o el Laberinto del fauno o Thor ha vuelto a ofrecer al mundo otra obra maestra.

Ganará: El instante más oscuro
Debería ganar: El instante más oscuro
Molaría que ganase: El instante más oscuro