Carlos

Ilich Ramírez Sánchez, alias Carlos, se encuentra en el corazón de la historia del terrorismo internacional de los años 70 y 80, desde el activismo propalestino hasta el Ejército rojo japonés. Al mismo tiempo figura de la extrema izquierda romántica y mercenario oportunista a sueldo de los servicios secretos de potencias de Oriente Medio, formó su propia organización, ubicada al otro lado de la cortina de acero, que estuvo activa durante los últimos años de la guerra fría.