Lucas Vidal: «Aunque haga ‘Fast & Furious’ a mi lo que me gusta es la música barroca»

Ya es raro que un estudio de Hollywood encargue la música de su principal apuesta del año a un veinteañero. Pero lo es más aún que sea un veinteañero español. Lucas Vidal pone la música del taquillazo Fast & Furious 6 y ya lleva a sus espaldas una filmografía que empieza a ser notable.

Autor de las bandas sonoras de Mientras duermes o Invasor, vive con un pie en Madrid y otro en Los Ángeles, compaginando no sólo ambas cinematografías sino buscando también huecos para colaborar con músicos pop o escribir piezas para ballet, como la que le ha encargado el Disney Hall para este verano.

Pregunta: ¿En qué momento supiste que la música iba a ser tu vida?
Respuesta:
Creo que desde muy pequeño. Tenia una pasión innata, sentía que la música me llamaba. Siempre estaba tocando la flauta, el piano… De hecho, mis padres me castigaban diciendo que no me iban a dejar tocar el piano. Una movida. Y así fue cómo empecé.

P: Decidir ser músico puede ser relativamente habitual, pero decidir ser músico para cine es muy poco frecuente. ¿Cuándo se produce esa intersección?
R:
A los 15 o 16 años fui a Berklee a un curso de verano y ahí descubrí que había una carrera de música para cine. Y a mi siempre me ha gustado el cine, de hecho a los 12 o 13 años muchas veces improvisaba tocando el piano mientras veía una peli. Bajaba el volumen y tocaba. Lo que me gustaba no era tanto la historia que contara la peli sino la técnica, las cámaras, cómo las mueven, los rodajes… Tenía una cámara y siempre estaba rodando en casa, me compraba libros… Así que todo desde un punto de vista técnico.

P: Y un vez en Berklee, ¿cómo llegas a la industria del cine?
R:
Allí conocí a mi socio, Steve Dzialowski y allí la gente de la escuela empezó a apoyarme para hacer grabaciones, que era algo que no había mucha gente antes. Y acabamos en el Boston Symphony Hall con 150 músicos, todo a lo bestia. Porque a mi lo que me gustaba era grabar con orquesta. Y en un momento dado me decanté por seguir por ese camino, hasta que a los 21 años me salió mi primera película. Así que sí, empecé muy jovencito.

P: Efectivamente, si se echa un ojo a las biografías del resto de compositores de cine, casi todos han empezado mucho más tarde. De treintañeros no baja ninguno.
R:
Sí, la verdad que sí que he empezado muy joven y ya llevo 13 o 14 películas. Lo bueno es que he aprendido muchísimo y estoy rodeado de gente muy buena. He tenido la suerte de trabajar con directores como Jaume Balagueró o Calparsoro, de los que he aprendido mucho. Pero tiene sus pros y sus contras: dejar tu país tan jovencito, estar con tanto esfuerzo y sacrificio desde tan joven, en el aspecto personal es difícil… Sobre todo porque me siento muy español y me gusta mucho España y lo que representa para mi.

P: Así que tu plan es seguir compatibilizando el trabajo aquí y allá.
R:
Exacto, mi idea es hacer pelis americanas y pelis españolas, porque me encanta apoyar el cine español. Estoy yendo y viniendo siempre.

P: Pues que te llamen para Fast & Furious 6 debe de ser un fregao bonito.
R:
Sí, sobre todo siendo la peli más grande del estudio, con cinco editores y siendo una franquicia de éxito rotundo… al principio estaba un poco acojonao. Pero bien. Había mucha presión, pero a todo uno se acostumbra.

P: Esta saga tiene la peculiaridad de que cambia mucho de una película a otra, también en la música…
R:
Bueno, a partir de la tercer entrega sí hay algunos temas que se repiten, pero en general me han dado mucha libertad siempre respetando que es una franquicia que tiene que sonar de forma homogénea.

20130528lucas2P: Porque tus raíces musicales, ¿cuáles son?
R:
A mi siempre me ha encantado el barroco. Siempre que compongo tengo la estructura de la música barroca en la cabeza, aunque luego haga pelis como Fast & Furious. pero para mi el barroco ha significado mucho en mi vida. Siempre tiro mucho de las armonías y el contrapunto barroco. Es curioso porque aunque haga una película minimalista como Mientras duermes hay siempre por ahí un rollo en plan Bach subyacente…

P: Hasta ahora te hemos escuchado en muchas películas de género, ¿te vamos a escuchar también en películas románticas? ¿O en comedias?
R:
Joder, ojalá. Esto ha sido pura coincidencia. A mí lo que me gusta es el drama, que haya orquesta y música bonita, con los dos besándose. ¡Algo bonito! Porque las películas que hago acaba el uno muerto, el otro suicidado… De hecho, tengo un par de proyectos… Y sobre todo tengo ganas de hacer animación.

P: ¿Y cómo es tu forma de trabajar? Te sientas a un piano, ¿o cómo?
R:
Me pasan el guión, lo leo, voy haciendo ideas musicales. Cuando empiezan a rodar, y después de hablar con el director, me empiezan a mandar vídeos, voy probando música sobre eso y cuando ya está editado perfectamente voy haciendo las diferentes escenas. Bueno, todo esto en Europa. En Estados Unidos es diferente, porque van cambiando constantemente el montaje porque hacen previews y tal, pues tengo un editor musical y gente por todos lados que lo van adaptando al corte final. Y eso es el día antes de que hagan las copias. Una locura. Lo de esta peli ha sido una cosa alucinante.

P: Lo impresionante es que luego salga bien.
R:
Eso es lo que no entiendo yo. Si me dejan solo la hubiera cagao.

P: ¿Y ese método de trabajo no te produce mucho vértigo o mucha inseguridad respecto al resultado final?
R:
Sí, lo que pasa es que desde el principio tengo claro cuál es mi trabajo y que tengo que estar al servicio del director y de la película. Cuando lo veo, si ellos consideran que tal música hay que cambiarla y ponerla en otro lado, pues lo respeto y acepto. Así es mi trabajo, no voy con egos de que hayan cambiado mi música. Lo que sí me produce estrés son los tiempo que llevamos: cuando sólo falta un mes te queda media película, tienes que hacer cuatro minutos al día de música para acabar, ves los carteles por toda la ciudad y tu sigues ahí porque la mezcla… Pero es una presión que al a vez me causa un placer bastante interesante. Me levanto y pienso “¡Qué bien, que hoy voy a estar hasta las dos de la mañana…!”.

P: Vamos, que te va la caña.
R:
Sí, sí, esto de hacer una película fácil en tres meses, es un coñazo. A mí tres semanas y cuando más complicado, más divertido. Y llegar a la grabación hecho polvo y tener que tomarme siete tés. Eso es algo que me divierte mucho.