Senna

Fue un domingo de junio de 1984, en el Gran Premio de Mónaco. Bajo un chaparrón torrencial, una de las mejores parrillas de salida compuesta por alguno de los pilotos más competitivos de la historia de la Fórmula 1 esperaba para arrancar. Seis campeones mundiales, entre títulos pasados y futuros, compitieron aquel día, entre los que se encontraba el recientemente coronado campeón del mundo Keke Rosberg; un inglés estoico e intrépido llamado Nigel Mansell; un doble campeón mundial, el austríaco Niki Lauda; otro doble campeón, el exuberante Nelson Piquet, y el hombre al que llamaban «El Profesor», el francés Alain Prost, que estaba a punto de ser considerado como el piloto más completo de la historia. En la decimotercera posición se encontraba un joven piloto, enjuto y fogoso, a punto de empezar su sexta carrera en la Fórmula 1 en un poco llamativo Toleman.

Los motores rugieron y los pilotos tomaron las calles de la ciudad. El hombre que estaba en el puesto decimotercero demostró poseer una técnica sin par y un valor asombroso, adelantando a todos los coches y alcanzando a Prost en la vuelta 32. Ese hombre era Ayrton Senna, que acababa de anunciar su llegada al mundo de la Fórmula 1 con un despliegue espectacular.

Sin embargo, Ayrton Senna no ganó la carrera; perdió el primer puesto por un detalle técnico y Alain Prost subió a lo más alto del podio. El joven piloto no se enfadó, era la primera vez que subía al podio. Pero lo que ocurrió entonces parece haber sido la tónica de toda la carrera del brasileño: a menudo ganaba en el circuito, pero perdía fuera del circuito, y tenía que luchar contra lo que él consideraba injusticias en un deporte muy politizado. Aun así, superó los obstáculos que se alzaban en su camino, ganó tres Campeonatos Mundiales (a pesar de la tremenda rivalidad que existía entre Prost y él cuando ambos corrían para McLaren), y se convirtió en una superestrella. Fue un campeón apuesto y encantador para la prensa internacional; los medios brasileños hablaban de él como de un hombre humilde y profundamente religioso.

Sin embargo, cuando había alcanzado lo más alto, y mientras se enfrentaba al circuito de Imola, en San Marino, llegó el desastre. Era la tercera carrera de la temporada de 1994 y en la sesión de entrenamiento, Rubens Barrichello, el protegido de Senna, tuvo un accidente que le impidió correr. Al día siguiente, el austríaco Roland Ratzenberger se empotró en un muro a 320 kilómetros por hora y murió en el acto. El accidente afectó mucho a Senna, que llegó a preguntarse si no debía retirarse de la carrera. Su gran amigo y médico de la Fórmula 1, el profesor Sid Watkins, le aconsejó que no corriese el domingo. Pero el orgullo de Senna, su sentido de la responsabilidad hacia su equipo y hacia el deporte, así como la necesidad de vencer el miedo, le empujaron a correr.

El domingo, Senna sólo dio dos vueltas al circuito, después de que se retirase el coche de seguridad, antes de estrellarse en la curva Tamburello a más de 210 kilómetros por hora. En 1987, Nelson Piquet había tenido un accidente en la misma curva y había sido ileso; en 1989, Gerhard Berger se salió de la curva y su coche se incendió. Acabó malherido, pero sobrevivió. En 1994, el coche de Ayrton Senna chocó contra el muro, parte de la suspensión salió volando hacia atrás y le perforó el casco, causándole heridas letales en la cabeza. El personal de primeros auxilios encontró una bandera austríaca en el coche: quería rendir un homenaje a Ratzenberger al terminar la carrera.

La extraordinaria historia de Ayrton Senna, sus logros físicos y espirituales, su búsqueda de la perfección y el símbolo en que se ha convertido son el tema de SENNA, un largometraje documental que recorre la vida del legendario piloto desde la temporada de su debut en 1984 hasta su prematura muerte una década después. SENNA es mucho más que una película para apasionados de la Fórmula 1. Cuenta una historia excepcional de forma extraordinaria, dejando las técnicas habituales del documental para adoptar una visión más cinematográfica y basándose en material sorprendente e inédito extraído en gran parte de los archivos de la Fórmula 1.