Cannes ofrece algún destello de Oscar


Changeling
es la nueva película de Clint Eastwood y es la que ha salido mejor parada de su paso por Cannes. Clint vuelve a destilar maestría plano a plano en un trabajo que por temática podría parecer menor respecto sus últimas películas, pero nada más lejos de la realidad.



Una ovación que hacía tiempo que no se veía en Cannes para recibir lo último de todo un maestro que simplemente tiene el impedimento de la edad que marca el tiempo porque Clint se supera película a película. El drama de una madre en busca de su hijo desaparecido en los felices años 20 con la corrupción policial de fondo es una nueva obra maestra de Clint. Bien es verdad que Angelina Jolie no ha sabido subirse al brioso caballo que le ha dado Eastwood en forma de papelón y las críticas no ponen muy bien a la señora Pitt. Tal vez una nueva oportunidad para demostrar si es buena actriz o no y que Angelina ha podido desaprovechar. A pesar de resentirse por la Jolie, tiene mérito que la película vuele tan alto de forma tan conmovedoramente magistral. En la película también participa John Malkovich como un pastor protestante que ayuda a Angelina en su cometido.
La película es una de las más firmes candidatas a la Palma de Oro, premio que Clint nunca ha conseguido y que podría lograr si tenemos en cuenta que el presidente del Jurado es Sean Penn, actor que ganó el Oscar gracias a participar en la película de Eastwood Mystic River.

Che de Steven Sodembergh ha levantado críticas para todos los gustos tras su paso por el Festival de Cannes. A destacar la opinión de "Variety" que duda del éxito de un proyecto que si se presenta dividido en dos partes no funciona, y que tampoco ofrece un mayor resultado en su conjunto con evidentes carencias y, eso si, alguna virtud.



En su primera parte, El argentino se recoge con minuciosidad el proceso que arranca en 1956 con el viaje de Fidel Castro y 80 rebeldes a Cuba y culmina con la entrada de los guerrilleros en Santa Clara en 1959 y el triunfo de la Revolución contra el dictador Fulgencio Batista.
La segunda parte, Guerrilla, arranca con la lectura por Fidel Castro (interpretado por Demian Bechir) de la carta de despedida del argentino antes de abandonar Cuba en 1965 con la intención de extender la revolución por el mundo, primero en el Congo y luego en Bolivia en donde fue detenido y ejecutado en 1967.

Por regla general, ha convencido más la primera parte del proyecto (quizás porque no había cansancio acumulado) que es un tramo más enfocado al gran público y a la posibilidad de lograr premios en la próxima temporada. La segunda parte ralla más en lo filosófico y en lo artístico. Eso sí, Benicio del Toro es desde ya el gran candidato a conseguir el premio al mejor actor. También parece un claro nominado en los próximos Oscar.

Fue Blindness, la nueva película de Fernando Meirelles en la que adapta la novela de José Saramago, la cinta que tuvo el honor de abrir este año la sección oficial a concurso. Para algunos el libro en el que se basa es la mejor obra del premio Nobel portugués.



La novela relata cómo una extraña epidemia de ceguera asola todo un país. Un pobre hombre que espera en su coche frente a un semáforo es el primero en padecerla y a partir de entonces se extiende cada vez más rápidamente entre la población. Los afectados son puestos en cuarentena, pero resulta imposible contener la enfermedad y las calles acaban llenándose de ciegos que son víctimas de este inexplicable mal consistente en una infinita ceguera blanca, como un mar de leche. A medida que aumenta el temor y la crisis en el país, gradualmente las personas se convierten en presa de los más bajos instintos del ser humano, llegando a extremos míseros.
La película cosechó una gran división de opiniones achacándole una excesiva frialdad formal que lo convierte en uno de los peores trabajos de Meirelles, resaltando sus principales detractores que no es la película más adecuada para abrir un certamen de estas características. Eso si la que se llevó los principales parabienes fue Julianne Moore, que creemos que estará nominada también en el quinteto final de los Oscar de la próxima temporada.

Fuera de concurso se pudo ver lo nuevo y esperado de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, ese tan cacareado proyecto que rodó en España el pasado verano. Cannes, que suele rendirse al arte del genio neoyorkino, no dio la espalda a Woody y le premió con una sonora ovación.
A destacar su guión y la divertida interpretación que hace Penélope Cruz de la exmujer arrabalera del personaje de Bardem que, desde ya, entra en la galería de personajes femeninos del universo Allen.



Cannes se cierra con buen cine, siendo un primer escaparate de algunas películas oscarizables para la próxima temporada y, sin duda, el festival europeo de mayor calidad del panorama actual, si no lo ha sido así siempre.