Muere Saza, uno de los grandes cómicos del cine español

El actor José Sazatornil, Saza, ha fallecido en la madrugada de este jueves en Madrid, a los 89 años por causas naturales, según ha informado la familia. Su presencia ha sido fundamental en la historia del cine español, con su figura alargada y su voz rotunda.

Premio Goya al mejor actor de reparto en 1989 por Espérame en el cielo, de Antonio Mercero, y Premio Nacional de Teatro José Isbert en 2005, entre otros, cosechó grandes éxitos en el cine de los años 60 y 70, con repartos inolvidables como en Las que tienen que servir, junto a Gracita Morales, y en el teatro en Filomena Maturano, con Concha Velasco.

Nació en Barcelona el 13 de agosto de 1925 y comenzó actuando en el teatro de aficionados, etapa en la que llegó a interpretar 280 comedias en una sola función semanal, entre 1938 y 1945.

En 1940 ingresó en la agrupación artística de aficionados La Farándula y más tarde en el Centro de San José y la Cooperativa La Lealtad, donde el actor Mateo Morell le puso en contacto con la compañía de María Vila y Pío Cid.

Debutó en el Teatre Victoria de Barcelona en 1946 y después pasó por las compañías de Paco Martínez Soria y del madrileño Coliseo Benavente; en 1950 intervino en una comedia musical con Maruja Tomás y Carlos Garriga y dos años después estrenó en Barcelona ¡Vaya noche!”.

A raíz de su primera película, Fantasía Española (1953), alternó el cine con el teatro y en 1957 ya constituyó su propia compañía.

A lo largo de su espaciada carrera intervino en más de un centenar de películas y decenas de obras teatrales, y siempre teniendo la comedia como género de referencia.

Durante los sesenta consiguió la popularidad y participó en comedias cinematográficas como Las que tienen que servir (1967), Los gamberros (1954), Las viudas (1966), Un millón en la basura (1967), Fray torero (1966) y su mayor éxito popular, La Escopeta Nacional (1978).

Como otros, Saza trabajó también en los setenta en las películas del destape, con títulos como El love feroz (1975), Colorín, colorado (1976) y El periscopio (1978).

Pero nunca olvidó su respetado teatro. Éxitos suyos fueron Auto de la compadecida, de José María Pemán; Un loco hace ciento, de Galindo y Arana, y Pecados conyugales, de Juan José Alonso Millán.

También fue actor de comedias musicales, como Golfus de Roma y El violinista en el tejado, y personaje en producciones de televisión, como Los maniáticos (1974), Hagan fuego, por favor (1979), Mano a mano (1981) y El jardín de Venus (1983).

Con Fernando Fernán Gómez trabajó en Cinco tenedores (1980) compartiendo cartel con Concha Velasco, con quien también protagonizó la exitosa obra de teatro Filomena Maturano (1980-81).

Empresario de revista a partir de 1984, actuó entre otras en Cinematógrafo nacional, con Adolfo Marsillach, Lentejas con brillantes y Un día de libertad». Asimismo produjo y trabajó en La Venganza de Don Mendo, de Pedro Muñoz Seca, en versión musical de Enrique Llovet.

Saza también fue autor de comedias. Escribió cinco en colaboración con Armando Matías Llíu, con títulos como Qué campanada y Una vez a la semana y sin fallar».

A finales de los ochenta compaginó teatro y cine. Fue actor teatral en Cuatro corazones con freno y marcha atrás, de Jardiel Poncela, y fue actor cinematográfico en Amanece que no es poco, de José Luis Cuerda, con otra de sus actuaciones emblemáticas.

En 1993 se puso a las órdenes de Berlanga en Todos a la cárcel, actuación por la que logró el premio al Mejor Actor del Círculo de Escritores Cinematográficos.

En 2001 realizó una gira con la sátira teatral Los Caciques, de Carlos Arniches, y desde entonces sus trabajos se fueron espaciando.

El 11 de febrero de 2013 se subió a un escenario para recoger el Premio de Honor que le concedió el Círculo de Escritores Cinematográficos. Fue en este mes cuando además se conoció que padecía Alzheimer.

El 20 de febrero de 2014 recibió el Premio a Toda una vida concedido por la Unión de Actores y Actrices de Madrid, con el que quisieron reconocer a “un emblema” del cine y del teatro español, con cuyo talento disfrutaron varias generaciones.

José Sazatornil se casó con la también actriz Carmen Serrano con la que tuvo una hija.