La nueva y esperada película de Ridley Scott, {ln:American Gangster}, se
ha estrenado este fin de semana en EE UU con muy buenas críticas que
aplauden de manera muy especial el trabajo de Denzel Washington aunque
se muestran algo más tibias con Russell Crowe. Sin embargo, no todo el
oro reluce de la misma forma: la media de las valoraciones realizada
por Rotten Tomatoes y Metacritic asciende a 78 y 76 puntos sobre 100, respectivamente. Ha gustado, sí; pero sin entusiasmo.
Esta circunstancia va a afectar a buen seguro a la cinta de Ridley Scott en sus aspiraciones a los Oscar. Para ganar la estatuilla en años tan competitivos y de buen nivel como este -hay ediciones en que, por el contrario, parece que se la lleva la que menos rabia da- hace falta algo más que gustar. Y más en este caso, después de que en la pasada edición ya ganara una cinta sobre la mafia de Nueva York. Hace falta apasionar, crear un estado de opinión que funcione como una bola de nieve que lleve hasta el Kodak Theater. Y visto lo visto, {ln:American Gangster} no ha pillado una buena pendidente.
¿Afecta este comentario anterior a las posibilidades de Denzel Washington? No tendría por qué dado que él si ha entusiasmado. Y tampoco está en la situación de Cate Blanchett con Elizabeth: La edad de oro o Jodie Foster con {ln:La extraña que hay en tí}, que compiten por películas con muy mala prensa. El de Washington es un buen film y él está soberbio. Sus dificultades radican más en el hecho de que ya tiene dos Oscars y en que, por bien que esté, se va enfrentar con actores de la enjundia de Johnny Depp o Daniel Day Lewis. Es probable que la tercera estatuilla se haga esperar.