‘After Earth’, la película más rutinaria de M. Night Shyamalan

Estrenada hace unas semanas al otro lado del charco sin el apoyo en masa que cabría esperar para una superproducción protagonizada por Will Smith, hoy llega a España After Earth. Ahora que lo último de M. Night Shyamalan ha aterrizado aquí, se entiende el porqué los espectadores estadounidenses le han dado la espalda. Obviando las críticas negativas recibidas en Estados Unidos (algunas no han tenido clemencia), lo cierto es que After Earth tiene algunas pegas.

Uno de los problemas está en que el protagonista no es Will Smith, sino su hijo Jaden, al que aún le queda mucho camino por andar para tener el tirón de su padre entre el público. Smith senior queda relegado a un segundo plano en la trama (a veces incluso es solo una voz en off), que no es otra que la de un padre distanciado de su hijo al que una situación inesperada le obliga a forzar un acercamiento con su retoño, quien, por otra parte, solo busca la aprobación y el cariño de su padre.

Con un argumento así, era de esperar que la película estuviese plagada de referencias al relevo generacional. El padre que pasa el testigo –el arma que Cypher Raige entrega a su hijo tiene incluso la apariencia del testigo que usan en atletismo– y él hijo que quiere parecerse a su progenitor. Aspectos que podrían extrapolarse en busca de dobles sentidos. ¿Estará Will Smith queriendo dar el relevo a su retoño en esto de la actuación? Puede que sí o puede que no. Ni aporta nada a la película ni tampoco le resta.

Lo que sí puede decirse sin lugar a dudas es que After Earth es la película más previsible que de Shyamalan desde que saltó a la fama con El sexto sentido. Acostumbrados como tiene a sus seguidores y detractores a un giro inesperado de guión que sorprenda o enfade al respetable, en After Earth el final es previsible desde el inicio. Algo que, por otra parte, les pasa a muchas películas y no siempre es un problema. Donde realmente falla After Earth, en lo que podría decirse que pincha de verdad, no es en que resulte rutinaria, sino en la parte de ciencia ficción. Tras un arranque prometedor en el que se presenta el planeta adoptivo de los humanos, su arquitectura, su avanzada tecnología, las naves… los Smith se estrellan en la Tierra y la ambientación se desinfla.

La Tierra no es otra cosa que un planeta salvaje donde fauna y flora han crecido a sus anchas sin que el ser humano les estorbe o impida seguir evolucionando. Se plantean ideas interesantes, como esa era glaciar que cada noche congela prácticamente toda la superficie dejando solo pequeños oasis (puntos calientes) en los que refugiarse de morir congelado. Pero, a parte de eso, se echan en falta más bichos, por ejemplo. Por momentos, After Earth parece la continuación de El incidente. Lo de entonces fue solo un aviso de la naturaleza y ahora es cuando esta ha plantado cara y ganado de verdad la batalla a los humanos expulsándolos de su propio planeta.

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