Oscatlón 2017: Mejor cortometraje de animación

Como cada año, la categoría de mejor corto animado esconde cinco joyitas a las que merece la pena prestar atención. Junto a la ya inevitable candidatura de Pixar, este año con Piper, compiten dos animadores de la casa que han sacado por libre Borrowed Time; también la existencialista propuesta de Blind Vaysha, la muy estilizada Pear Cider and Cigarettes y la técnicamente rompedora Pearl, rodada para ser vista en realidad virtual.

Blind Vaysha, de Theodore Ushev

Blind Vaysha, Vaysha la ciega, no es tal cosa. En realidad tiene ojo verde con el que mira al pasado y un ojo marrón con el que atisba el futuro. Y así, esta mujer vive angustiada entre dos mundos que no existen y asustada por el presente que no es capaz de ver. Theodore Ushev, búlgaro con residencia en Quebec, recibe con este cortometraje su primera nominación al Oscar aunque ya había llamado poderosamente la atención con trabajos anteriores, sobre todo con Blood Manifest, dibujado con su propia sangre. Ushev encontró la inspiración para su película en la abadía de Fontevraud, en Francia: la efigie de Leonor de Aquitania esculpida sobre su lápida está en los rasgos de Vaysha, y todo el cortometraje quiere responder a una estética y ambientación medieval europea. Con una técnica muy particular que anima los colores más que los gestos, Ushev logra transmitir la angustia de esta mujer que es la angustia de tantos. Emparentada con La llegada del también quebequés Denis Villeneuve, hay pocas razones para pensar que la suerte de ambas fintas vaya a diferir en estos Oscar. Pero seguramente Vaysha, como Louise, ya conoce la respuesta. Fernando de Luis-Orueta

Borrowed Time, de Andrew Coats y Lou Hamou-Lhadj

Andrew Coates y Lou Hamou-Lhadj, animadores de plantilla de Pixar desde 2007 y 2008 respectivamente, pidieron permiso a ésta para hacer un corto por su cuenta, y el resultado es Borrowed Time, maravilla de poco más de seis minutos que da sopas con onda a muchos largometrajes de estudio. Cumple sobradamente los objetivos de contar una historia eficaz, emotiva, sin apenas diálogo y sin dar demasiada información al espectador, que se entrega a los brazos de este sherif curtido pero atormentado por un accidente que sufrió en el pasado. Con ayuda de un flashback, los colores del ocaso en el tiempo presente y la delicada música del argentino Gustavo Santaolalla, Coates y Hamou-Lhadj construyen un poderoso relato que es un verdadero prodigio de condensación y de impacto emocional. Ojalá esta nominación, si no hay fortuna de que se lleven la estatuilla de la categoría, les sirva para que les confíen una película más ambiciosa. María Pérez

Pearl, de Patrick Osmond

La categoría de cortometrajes animados encuentra este año entre sus contendientes a uno que ya ha hecho historia: Pearl es el primer trabajo realizado con la tecnología de realidad virtual y 360 grados que es candidato a un Oscar de la Academia. Su director, Patrick Osborne (2 nominaciones, 1 oscar), no es ningún desconocido en la categoría, ya que hace dos años ganó el Oscar con su cortometraje Buenas migas. Este nuevo trabajo comparte con aquel el trazo casi idéntico en la animación y la ausencia de diálogos. En esta ocasión, situando al espectador dentro de un coche y contándonos a través de él las vivencias y recuerdos de un padre y su hija. Es una historia sencilla en lo argumental que recurre mucho a la melancolía y a la añoranza por el paso del tiempo, cuyo valor añadido reside en que el propio espectador es el que controla el punto de vista. Puedes seguir a los personajes girando la cámara o ponerte en su piel y ver los paisajes pasar por la ventana, lo cual resulta en que cada persona que lo vea estará presenciando un corto distinto y que permite diversos revisionados viendo detalles que se hayan escapado. No tiene opciones de llevarse la estatuilla pero es un golpe de aire fresco su presencia en la categoría con su uso de nuevas tecnologías al servicio de la narrativa. Luis Fernández

Pear Cider and Cigarettes, de Robert Valley y Cara Speller

Esta coproducción británico canadiense dirigida por Robert Valley y producido por Cara Speller (primera nominación para ambos) se trata de una historia autobiográfica que cuenta la odisea de Valley por traer de vuelta desde China a un amigo de la infancia, veterano de guerra que pasa sus días ahogándolos en alcohol y ahumándolos con cigarrillos, de ahí el título del corto, en español Sidra de pera y cigarrillos. La temática adulta y la estética de cómic, con figuras estilizadas y colores chillones, hace que el corto no sea plato para todos los gustos y no ayuda el hecho de que el corto carezca de diálogos y sea conducido en todo momento a través de la voz en off del narrador, ni tampoco que sus 35 minutos se antojen demasiados para un cortometraje. Su falta de trayectoria por festivales o premios nos inclina a pensar que no se alzará con el Oscar el día 26. Samuel Pérez

Piper, de Alan Barillaro y Marc Sondheimer

A Alan Barillaro (primera nominación) se le iluminó la bombilla cuando vio, cerca de los estudios de Pixar en California, a una bandada de zarapicos que se acercaban a buscar comida en la arena mojada, a la orilla del mar, pero se apartaban cada vez que las olas amenazaban con cubrirles. Así, después de tres años de trabajo capitaneado por este veterano animador de Pixar, nació Piper, el tierno corto de 6 minutos que ha precedido a Buscando a Dory en su proyección en salas. La animación es tan realista que casi se puede sentir el agua y el personaje principal, absolutamente adorable, tiene uno de los grados de detalle más altos que hemos visto salir de la filial de Disney. Sería un Oscar a la capacidad de transformar una idea divertida en una historia de aprendizaje y de adaptación. Un año después de su triunfo cantado con Del revés, Pixar está fuera de combate en la categoría madre pero tiene mucho que decir aquí. Bernardo Pajares

Ganará: Borrowed Time
Debería ganar: Borrowed Time
Molaría que ganara: Blind Vaysha