Oscatlón 2018: Mejor cortometraje de animación

El oscar al corto animado de este año tiene un ganador anunciado: Dear Basketball, la despedida de Kobe Bryant hecha animación. Pero no debe distraer del resto de candidatos de este año: otros cuatro trabajos sobresalientes y, casi siempre, inspirados.

Dear Basketball. Glen Keane y Kobe Bryant



La carta de despedida en forma de poema escrita por Kobe Bryant cuando anunció su retirada del baloncesto en 2015 es la base para este corto de animación de menos de cuatro minutos. Toda una declaración de amor al deporte que tanto le dio al 24 de los Lakers. Animado por Glen Kaene, con trazo ligero y rápido transmite la pasión de un niño que soñaba con ser un grande del baloncesto y de un grande del baloncesto que un día tuvo que decir adiós. Una declaración de amor preciosa con la que es imposible no emocionarse, se sea aficionado al deporte o no. Más aún con la partitura de John Williams de fondo. Dos maestros de dos artes tan dispares como la pelota y la música unidos por un dibujante curtido en la casa Disney (La bella y la bestia, Tarzán, La sirenita…) que enlaza la voz en off de uno y la música de otro para contar la historia de un amor correspondido. Porque Bryant le debe tanto al baloncesto como este a él.
M.J. Arias

Garden Party. Victor Caire y Gabriel Grapperon



Un ejército de anfibios hambrientos y juguetones entra en una lujosa mansión abandonada para campar a sus anchas. Parece que la han abandonado tras un suceso violento, porque se ven agujeros de bala. Ranas, sapos y salamandras se lanzan a las latas de caviar, las conchas de ostras o a un tarro de macarons, y delicias por el estilo, hasta que uno de los animales activa por accidente las luces y música de la zona de la piscina, y entonces se descubre una horrible escena. Esta es la sinopsis de este corto de animación hiperrealista de siete minutos de duración, que subvierte todos los tópicos de la animación con animales, normalmente abusando del antropomorfismo y del almíbar, para contar una historia de mafia y crímenes. La impecable técnica de los animadores franceses Florian Babikian, Vincent Bayoux, Victor Caire, Théophile Dufresne, Gabriel Grapperon y Lucas Navarro y la increíble atención al detalle tanto en los animales (cada uno con personalidad propia) como en los escenarios (la mansión parece un personaje más), además del inteligente guión, convierten a este corto (ganador en el prestigioso festival de Clermont-Ferrand) en una pieza de cine negro sorprendente, muy disfrutable, y sobre todo muy merecedora de dar la sorpresa la noche de los Oscar.
María Pérez

Lou. Dave Mullins y Dana Murray



Lou, como todos los cortos de Pixar, es obra de un animador de la casa, Dave Mullins, sacado adelante casi a ratitos entre rodaje y rodaje. La idea de esta película está emparentada con Toy Story, a pesar de que Mullins nunca ha trabajado en la saga: el cajón de objetos perdidos de un colegio toma cuerpo cada día después del recreo para recoger los juguetes olvidados, hasta que un día un abusón empieza a quedarse con ellos. Tan edificante y emotivo como (casi) todas las obras de la casa, Lou se exhibía antes de la proyección de Cars 3 con éxito, al contrario del polémico corto Frozen: Una aventura de Olaf que iba delante de Coco para desesperación del público, aburrido con sus largos e insípidos 22 minutos. En cambio, Lou reúne en sus 6 minutillos todo el saber hacer de la casa. Su único problema es que, siendo un buen corto, no sorprende. Esta vez el Oscar no debería ir a Pixar.
Fernando de Luis-Orueta

Negative Space. Max Porter y Ru Kuwahata



En apenas cinco minutos de duración los directores expertos en animación stop motion Ru Kuwahata y Max Porter nos regalan una entrañable historia sobre un padre y un hijo y sus dificultades para comunicarse debido a la constante ausencia del primero por motivos de trabajo. La mejor manera que tiene el padre de enseñarle a su hijo cómo ve él la vida es realizando un paralelismo con el proceso de preparar una maleta, algo a lo que el padre está ampliamente acostumbrado. Conjugando visualmente el mundo aburrido y monótono de los adultos con la imaginación desbordante de los niños, Negative space es un cuento adorable acerca de la herencia que dejamos a las generaciones posteriores. Quizá sea demasiado intrascendente para ganar un Oscar pero seguramente logrará sacar una sonrisa nostálgica a más de un espectador.
Samuel Pérez

Revolting Rhymes. Jakob Schuh y Jan Lachauer



Revolting Rhymes no es en realidad un corto sino dos. O mejor, una miniserie de dos episodios de media hora que adapta una colección de poemas de Roald Dahl que ofrece una vuelta de tuerca a los cuentos clásicos. Para los aficionados al musical, no les resultará nada nuevo: ya lo propuso Stephen Sondheim en Into the Woods. En esta ocasión, y sin ser literal respecto de los textos de Dahl, el corto cuenta la evolución de la amistad entre Caperucita Roja y Blancanieves, mezclada con Los Tres Cerditos y el Lobo Feroz. Jakob Schuh y Jan Lachauer no son novatos en los Oscar: ambos fueron candidatos previamente, aunque por separado: Schuh junto a Max Lang en 2009 por The Gruffalo y Lachauer también con Lang por Room on the Broom en 2102. No es el favorito de la noche, pero desde luego un digno rival.
F. de L.-O.

Ganará: Dear Basketball
Debería ganar: Garden Party
Molaría que ganase: Revolting Rhymes