Oscatlón 2019: Mejor película de animación

En un año poco estimulante en lo que a títulos se refiere en las categorías generales, resulta bastante estimulante encontrar una categoría como mejor película de animación donde todas sus contendientes pugnan con verdaderas posibilidades de alzarse ganadoras. Quizá sea la más obvia (la de Pixar) la que parte con mayor desventaja, pero tampoco es momento de buscar debilidades a un conjunto de nominadas que puede sacar pecho por ser una de las grandes pugnas de la noche.

Los increíbles 2

Brad Bird, John Walker y Nicole Paradis Grindle

Pixar pugna por la estatuilla con una de las secuelas más esperadas de su catálogo de personajes. Los Increíbles 2 llegaba a los cines el pasado verano con la idea de resultar un alegato feminista frente a la estructura tradicional de familia (nunca hay que olvidar que Pixar sigue siendo Disney) y un canto a la revolución de pequeña escala a la que le salió el tiro por la culata. Su poca relevancia ha matado las pocas posibilidades que pudiera llegar a tener este año.

Isla de perros

Wes Anderson, Scott Rudin, Steven Rales y Jeremy Dawson

La nueva película de animación de Wes Anderson supone su séptima nominación a los Oscar. Un alegato social y político en la historia de un niño, Atari, que sale en busca de su perro perdido una vez que el alcalde de la ciudad ficticia de Megasaki ordena confinarlos a todos en una isla de basura situada en medio de la bahía. También nominada en la categoría de mejor partitura original, la película parte con la desventaja de ser un género minoritario (animación para adultos) de un formato minoritario (animación), por lo que tiene demasiadas barreras que sortear para resultar ganadora. Sea como fuere, no perdemos la esperanza de ver algún día a Wes Anderson levantar un Oscar, lo único es que es muy probable que no sea este el año.

Mirai, mi hermana pequeña

Mamoru Hosoda y Yuichiro Saito

La cuota exótica de la categoría la configura Mirai, mi hermana pequeña, la nueva película de Mamoru Hosoda. Sin ser tan rotunda como El niño y la bestia, Mirai vuelve a transportarnos al mágico mundo de la infancia con una bonita historia de dos hermanos entre la realidad y la ensoñación con la delicadeza que siempre caracteriza al cine de animación japonés y, en concreto, al delicado tratamiento de Hosoda en temas relacionados con la infancia. Una pequeña joya que no supone una participación tan rotunda como otras ocasiones pero que puede perfectamente enamorar al electorado académico.

Ralph rompe Internet

Rich Moore, Phil Johnston y Clark Spencer

La otra participación de Disney (esta vez sin la marca Pixar) es Ralph Rompe Internet, una secuela capitular de la historia de Ralph y Vanellope que en este caso reflexiona sobre las amistades tóxicas y la adicción a las redes sociales. Un acercamiento fresco y acertado a un tema rabiosamente actual a través de dos personajes icónicos. Quizá menos rupturista en la forma y en el fondo (Disney sigue siendo Disney) que otras de sus competidoras, pero firme en sus intenciones y acertada en el tiro.

Spider-Man: Un nuevo universo

Bob Persichetti, Peter Ramsey, Rodney Rothman, Phil Lord y Christopher Miller

La gran revolución de la animación en este año ha llegado por parte de Sony y Marvel: Spider-Man: Un nuevo un universo no solo se ha revelado en tiempo de descuento (se estrenó mundialmente en diciembre) como una estupenda adaptación del universo alternativo del personaje a la gran pantalla, si no que la libertad que da trabajar con una línea paralela de producto ha creado una verdadera revolución estética y formal en la animación actual. Todo un punto de inflexión en la carrera (si es que la había) por el Oscar a la mejor película de animación que ha hecho palidecer a absolutamente todas sus rivales. Y no nos engañemos: todos disfrutamos viendo a Amy Pascal recogiendo un Globo de Oro (a pesar de no estar nominada propiamente) y estamos deseando verla recoger un Oscar (porque por supuesto que volverá a subir). Esto es así.

Ganará: Spider-Man: Un nuevo universo
Debería ganar: Spider-Man: Un nuevo universo
Molaría que ganase: Isla de perros