‘Belén’ de Dolores Fonzi, más activismo que emoción

'Belén'
Pañuelos verdes
El espectador no logra empatizar con las protagonistas lo suficiente para conmoverse
2.5

Una joven argentina llegó a un hospital de San Miguel de Tucumán en 2014 con fuertes dolores abdominales y sangrado. Según los informes médicos sufrió un aborto espontáneo, pero fue denunciada por el personal del hospital y terminó acusada por homicidio agravado. Finalmente le condenaron a ocho años de prisión después de un proceso cargado de irregularidades. Este caso sirvió para sacar al feminismo argentino de todos los rincones del país a las calles y la presión acabó por dar resultado.

La premisa, como veis, no puede ser más cinematográfica, tanto que no nos extraña que la actriz y directora Dolores Fonzi se pusiera manos a la obra para convertirla en guion. A pesar de contar con un reparto más que solvente capitaneado por ella misma y Laura Paredes, Agustina San Martín y Nicolás Britos, la propuesta peca de excesiva literalidad, lo que resta emoción a una peripecia destinada a arrancar las lágrimas de las espectadoras.

Quizá pese en la propuesta que es una historia real y que la abogada-activista, presente en el estreno donostiarra, ha seguido muy de cerca el guion. Tampoco es de extrañar  lo que habrá pesado en el equipo creativo que se trata de una producción de Amazon. Por un lado, las plataformas han salvado al cine argentino, tras la decisión de Milei de retirar todos los fondos públicos, por otro, probablemente suponga cierto grado de autocensura para los creadores.

Sobran los paralelismos con la propuesta de Argentina, 1984, dirigida por Santiago Mitre y protagonizada por Ricardo Darín, también impulsado por una plataforma, que llegó a estar nominada al Oscar a mejor película internacional.  A pesar que comparten un material judicial jugoso (en aquella ocasión fue el proceso por el cuál la fiscalía logró sentar a la cúpula de la dictadura militar argentina en el banquillo), pero los resultados no pueden estar más en las antípodas. Si bien nos acerca a la peripecia del movimiento de los pañuelos verdes, no es capaz de lograr que el espectador empatice lo suficiente ni con la protagonista, ni con la abogada salvadora.