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Música de etiqueta para ‘Un hombre soltero’

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Suena el tema principal en ‘And Just Like That’
Un hombre soltero
Compositor: Abel Korzeniowski
Música adicional: Shigeru Umebayashi
Sello: Relativity Media Soundtracks
Duración: 51′ 54»
Lanzamiento: 21 de diciembre
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Un hombre soltero es el debut en la dirección del diseñador Tom Ford. Presentada en Venecia con un gran aplauso por parte de la crítica, la cinta profundiza en los sentimientos de Geoge Falconer, un profesor británico de 52 años intepretado por Colin Firth, que busca encontrar el sentido a su vida tras la muerte de Jim (Mathew Goode), su compañero sentimental. En este proceso recibirá el consejo de su mejor amiga, Charley (Julianne Moore), y de uno de sus alumnos, Kenny (Nicholas Haunt). La cinta cuenta con muchas posibilidades para meterse entre las diez finalistas en los Oscar. De momento, ya ha sido nominada a tres Globos de Oro, mejor actor (Firth), mejor actriz de reparto (Moore) y mejor partitura original.

Abel Korzeniowski es un músico prácticamente desconocido para la industria del cine. Nacido en Cracovia, este joven compositor de 37 años, ha obtenido numerosos premios por películas y cortometrajes en su país natal. Su salto internacional ha sido muy reciente. Hace dos años pudimos escuchar una interesante partitura suya para la cinta de animación Battle for Terra (Objetivo: Terrum) y también es suya una obra magna de noventa minutos que compuso como partitura alternativa para Metrópolis de Fritz Lang. Un hombre soltero es su primera oportunidad en el cine de gran notoriedad. Completando la partitura de Korzeniowski se adhieren cuatro temas originales compuestos específicamente para el filme por Shigeru Umebayashi, el magnífico músico japonés, autor de las carismáticas 2046 y La casa de las dagas voladoras. También se incluye una maravillosa selección de cuatro canciones de distinto corte: ‘La Wally’, de la ópera El buitre Wally, de Alfredo Catalani, el blues de Harlem ‘Stormy Weather’, interpretado por Etta James, el famoso soul instrumental ‘Green Onions’, de Booker T and the MG’s, y por último, la legendaria balada ‘Blue Moon’, cantada por Jo Stafford, quien desgraciadamente nos dejó el año pasado.

Un hombre soltero es lo que yo llamo una «partitura concierto». Se trata de un enfoque singular, aunque cada vez más recurrente, dentro de la música de cine. El compositor recoge varios conceptos y emociones del filme y, con ello, escribe un conjunto exclusivamente temático. Funciona subrayando una sola emoción en cada escena, pero las piezas no están adaptadas a los cambios de acción en pantalla, por lo que obvian cualquier registro de incidentalidad musical. Son básicamente piezas melódicas. Algunos músicos utilizan mucho la premisa de la «partitura concierto»; por nombrar unos pocos: Tan Dun, Phillip Glass, Alexandre Desplat, el propio Shigeru Umebayashi, y también Clint Mansell, cuyo tema principal de La fuente de la vida curiosamente se asemeja bastante al de Un hombre soltero. El mayor escollo de una «partitura concierto» es que al concebirse como un ente musical que funciona autónomamente nunca llega a mimetizarse del todo con las imágenes y suele absorber la importancia de la escena o pecar de frialdad emocional, ya que lleva un ritmo paralelo al de la imagen. De ahí derivan algunas de mis suspicacias hacia Alexandre Desplat.

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Suena ‘Clock Tick’ de la partitura de Abel Korzeniowski para Un hombre soltero

Korzeniowski construye un concierto temático interpretado por una orquesta de 60 instrumentos, básicamente de cuerda, en el que destaca el papel protagonista de los solos de violín. Tom Ford, un reconocido perfeccionista, le pidió al músico una composición rica, exuberante y emocional. Y Korzeniowski supera este reto con creces. El concepto de la música de Un hombre soltero nace precisamente de la última escena de la película y se va desarrollando a medida que retrocedemos en el metraje. Así, el tema principal, ‘Stillness of the mind’, pese a ser el primero en el compacto, corresponde al final de la película. Esta elegante pieza es una compungida melodía articulada en torno a un solo de violín y acompañado por el resto de cuerda. Un magnífico dulce, elegante y delicado, que sienta las bases instrumentales del resto del score. Con los mismos recursos de cuerda, Korzeniowski tergiversa las emociones en cada nueva melodía, estudiando la depravación (‘Drowning’), la inquietud (‘Going Somewhere’) y la conformidad (‘Sunset’).

En lo referente a los temas, aparte del principal, existen varias melodías destacadas. Las de los solos de violín son espléndidas, en concreto ‘Sunset’, y también la sofisticada ‘Snow’. Pese a ser una composición esencialmente de cuerda, Korzeniowski la combina con el piano en cuatro temas. Casi todos están ejecutados en torno a uno mismo, que podemos escuchar en las pistas ‘Mescaline’ y ‘Going Somewhere’. Pero si hay una sintonía que define esta película es la que escuchamos en las canciones ‘Carlos’, de Shigeru Umebayashi, y ‘Clock Tick’, de Abel Korzeniowski, una revisitación del tema de Hermann para Vertigo. Y hablando de Umebayashi, su aportación se reduce a este y otro tema, uno de sus característicos valses (‘George’s Waltz’ y ‘George’s Waltz (2)’). Con todo, la combinación de los temas de ambos compositores prácticamente no se distingue, logrando así una comunión estilística casi perfecta.

En lo que se refiere a la ejecución, Un hombre soltero es una partitura de porte clásico, a la vieja usanza. Korzeniowski concibió el proceso de grabación casi como una experiencia, pidiendo a sus músicos, algunos de los mejores intérpretes de Los Ángeles, que tocaran la música todos a la vez, sin complementos, en directo, de una sola tirada y sin que ningún intérprete utilizara cascos, todos escuchándose a todos, respirando juntos, llevando al extremo la idea de la partitura concierto. Incluso hizo que el violinista tocara el instrumento de pie frente a la orquesta. Y todo esto se nota en el resultado, porque Korzeniowski logra un trabajo sofisticado, meticuloso, clásico, de fuerte sabor y muy rico en matices. Además, triunfa a la hora de establecer seriamente y sin titubeos una propuesta estilística sólida y definitoria, en este caso, la cuerda. Quizás el único problema del músico sea que no tiene claro a quién debe dirigir esta pequeña ópera instrumental. Porque no es una música que tenga que estar concebida para el espectador, o para el que escuche la partitura en su casa por mucho que éste la disfrute, ni siquiera para satisfacer las pautas estilísticas de Tom Ford; es la propia película la encargada de digerir esta composición, y con las «partituras concierto» ya se sabe que esto es más difícil de lo normal.

Con respecto a los premios, el mismo Korzeniowski se muestra sorprendido y entusiasmado con la posibilidad de competir en los Oscar. Cualquiera de los cinco nominados a los Globos de Oro, entre los que él figura, tiene su particular atractivo para conseguir la estatuilla, y Korzeniowski podría ganarlo perfectamente. Ya sabéis que por primera vez en unos años las nominaciones de los Oscar se verán afectadas por los Globos. Si Korzeniowski gana, de repente podemos tener una favorita. A mí no me disgustaría ni lo más mínimo.

LO MEJOR: Su exquisita propuesta temática de cuerda.

LO PEOR: El score Korzeniowski se queda un poco corto. Habría estado bien que hubiera desarrollado algunas de las fantásticas ideas de la partitura.

EL TEMA: ‘Stillness of the mind’, ‘Swimming’ y ‘Clock Tick’.

Pistas

01. Stillness of the mind
02. Drowning
03. Snow
04. Becoming George
05. George Waltz (1)
06. Daydreams
07. Mescaline
08. Going Somewhere
09. A variation of Scotty Tails Madeleine   

10. Carlos
11. La Wally
12. Stormy Weather
13. Green Onions
14. Blue Moon
15. Swimming
16. And Just Like That
17. George Waltz (2)
18. Sunset
19. Clock Tick