Oscatlón 2014: Mejor montaje de sonido

La contienda de este año está entre dos superproducciones, El Hobbit: La desolación de Smaug y la innovadora Gravity; dos películas protagonizadas por grandes actores que suceden en el océano -llama la atención que Cuando todo está perdido haya sido ignorada en todas las demás categorías, especialmente en la de mejor actor protagonista por el trabajo de Robert Redford- y una cinta de guerra actual ambientada en Afganistán. Veamos qué hay detrás de cada nominada.

Cuando todo esta perdido - Redford

Steve Boeddeker y Richard Hymns por Cuando todo está perdido

Un solo personaje y nada de diálogo son las premisas básicas de una película en la que el sonido y la música original tienen un papel importantísimo. Cuando todo está perdido juega al silencio inicial, pasando al dramatismo en el momento en el que el barco choca y aparece una grieta en el casco. Boeddeker y Hymns cuentan que el director quería que todo sonase hiperrealista, como si el espectador estuviese pegado al personaje de Robert Redford. Por eso escuchamos continuamente su respiración -la idea inicial era que un actor de doblaje las reprodujese en estudio pero Redford prefirió hacerlo él mismo después de rodar- a un volumen más alto de lo habitual. Por otra parte, el equipo trabajó a fondo para conseguir infinidad de pistas que reflejaran la cambiante atmósfera sonora del Océano Índico y los diferentes materiales presentes en el barco, desde un suelo de madera que cruje o una pequeña gotera hasta la tormenta más estruendosa. Tanto uno como el otro funcionan como dos personajes más de una cinta en la que el espectador sabe lo que está pasando incluso sin verlo. Richard Hymns, que cuenta ya con tres estatuillas en su haber, el último por Salvar al soldado Ryan, anota así su novena nominación a los premios de la academia.

Capitan Phillips

Oliver Tarney por Capitán Phillips

También ambientada en el mar, la película de Paul Greengrass es más escueta que la anterior en cuanto a sonido. Podríamos decir que el cometido de Oliver Tarney, no por conciso menos interesante, es entretejer su montaje con el de la trama para conseguir ese acabado de documental que tiene la película. Tarney, también responsable del montaje de sonido de Philomena, pone su parte en el clasutrofóbico suspense de la cinta en el trabajo con el rugir del agua, el tono del radar o el ruido que produce el esquife pirata al chocar contra las olas mientras se acerca al carguero capitaneado por Tom Hanks.

sandra-bullock-gravity

Glenn Freemantle por Gravity

Aquí tenemos a la gran favorita de esta categoría, el accidentado viaje espacial en el que vemos y oímos a través de la doctora Ryan Stone. Su respiración y el latido de su corazón se convierten en las anclas sonoras que usa Freemantle -que suma con esta su segunda nominación tras Slumdog Millionaire– para introducir al público en la película, acompañando a la cámara de Cuarón dentro y fuera de la escafandra de Sandra Bullock. “Un silencio puede dar más miedo que un ruido. Cuando hay sonidos fuertes nuestros oídos se pueden cerrar y eso se convierte en un gran ruido”. Esta afirmación del responsable del montaje de sonido de Gravity nos dice por dónde iban los tiros durante la edición de la cinta, pero además de usar un silencio vibrante, Glenn Freemantle emplea un diseño de sonido dinámico para amplificar la sensación de aislamiento y la lucha por la supervivencia, los dos temas principales de la película.

El hobbit - la desolacion de Smaug

Brent Burge y Chris Ward por El Hobbit: La desolación de Smaug

Los dos nominados, que han estado a las órdenes de Peter Jackson en la trilogía de El señor de los anillos, King Kong y The Lovely Bones han confesado que la mayor dificultad de su tarea en la segunda parte de El Hobbit era conseguir que la voz del dragón, una criatura mitológica creada de manera digital, sonase convincente. Al doblaje original de Benedict Cumberbatch añadieron efectos para que el resultado, una voz que sale mezclada con continuos gruñidos, fuera acorde con la envergadura de Smaug. Y a pesar del tamaño de las arañas que acosan a Bilbo, aquí el reto era que el movimiento de sus patas sonase ligero, algo que consiguieron aplicando materiales como bastones contra troncos de madera. Por lo demás, la creación de una atmósfera envolvente y distinta para cada uno de los espacios por los que pasan los enanos, puso a prueba una vez más la creatividad -hasta ahora no recompensada con el Oscar- de estos especialistas en la Tierra Media.

El ultimo superviviente - Wahlberg

Wylie Stateman por El único superviviente

Las dos únicas menciones de la Academia de Hollywood para la cinta de guerra protagonizada por Mark Wahlberg y Taylor Kitsch van en el apartado de sonido. El responsable del montaje, Wylie Stateman, acumula con esta 5 nominaciones en solitario, la última el año pasado por Django Desencadenado. El diseño sonoro de El único superviviente dibuja un arco que comienza suave y casi romántico en la presentación de los cuatro marines en Afganistán: incluso los helicópteros resultan agradables al oído. Con el comienzo de la misión -eliminar a un líder terrorista- el sonido va en la dirección de crear confusión e incomodidad en el espectador, empleando un paisaje sonoro frenético y al mismo tiempo desolado. “Como el director quería rodar la película dando libertad de movimientos a los actores, las caídas y todas las escenas de disparos se rodaron sin sonido, que se grabó aparte y se añadió mientras Peter Berg continuaba rodando”, cuenta Stateman. En el proceso de inmersión en la experiencia real de estos marines, el equipo se hizo con material auténtico de radiotransmisión empleado por militares para emular el audio de las comunicaciones entre helicópteros y aviones y los soldados en tierra. Cuando estas se empiezan a cortar, las sílabas que llegan cortadas al otro lado y los silencios dan otra de las claves del caos que se vive en la película.

Ganará: Gravity
Debería ganar: Gravity