Todos los nominados en la categoría de mejor maquillaje y peluquería son debutantes en la competición, aunque en realidad atesoran curricula impresionantes. Los australianos que han creado el mundo de Mad Max han pasado antes por las cintas de Baz Luhrman o Peter Jackson; los suecos de El abuelo que saltó por la ventana y se largó no sólo son los grandes expertos de su país sino que ya habían trabajado en taquillazos de Hollywood; y la galesa de El renacido viene siendo la mano derecha de Leonardo DiCaprio desde Titanic. Un trío finalista indiscutible en el que alegra no ver los tópicos maquillajes de otras ediciones.
Lesley Vanderwalt, Elka Wardega y Damian Martin por Mad Max: Furia en la carretera
El trabajo de Lesley Vanderwalt (maquilladora; primera nominación), Elka Wardega (creadora de prótesis de maquillaje; primera nominación) y Damian Martin (supervisor prostético; primera nominación) en Mad Max: Furia en la carrera es apabullante porque hasta el último de los personajes que asoman por la pantalla tiene un gran trabajo de caracterización. Todos los personajes principales requirieron muchas horas de maquillaje, transferencia de molduras de silicona y aplicación de las 300 prótesis que se fabricaron para la película. Cada día volvían al taller a rehacer, retocar, o preparar nuevos elementos. Pero el reto no sólo radicaba en las prótesis también en las pelucas como las extensiones capilares de Immortan Joe o la cortísima cabellera de Furiosa; y en el maquillaje en sí mismo como el blanquísimo cuerpo de los War Boyz o el delicado cuerpo de las esposas de Immortan. La propia Charlize Theron y algunos de los actores ayudaban en las largas escenas rodadas dentro los coches retocándose e incluso modificando según las necesidades su maquillaje. El colmo viene a ser la secuencia final para la que trabajaron 34 maquilladores y peluqueros, ocho de los cuales eran especialistas en protésicos y se crearon cientos de pelucas con materiales reciclados. En definitiva, un trabajo espectacular que no debería de tener ningún problema en llevarse la estatuilla.
Love Larson y Eva von Bahr por El abuelo que saltó por la ventana y se largó
Aunque equipo formado por Love Larson y Eva von Bahr (primera nominación para ambos) había trabajado en un par de super producciones de Hollywood como Millennium y Spectre, ha sido una cinta de su Suecia natal la que ha supuesto su primera nominación al Oscar. En El abuelo que saltó por la ventana y se largó encaraban el desafío de convertir al actor Robert Gustafsson, que en el momento del rodaje tenía 47 años, no sólo en un hombre centenario sino hacerle viajar por el tiempo a nueve momentos diferentes de su vida, según los diferentes flashbacks que plantea la narración. Si se suma todo el tiempo que Gustafsson estuvo en la silla de maquillaje durante el rodaje, resulta una semana y media sin descanso. El protagonista lleva hasta diez piezas prostéticas, según la edad que debía representar: lentillas, cejas, rozaduras, nariz, orejas… No fue el único actor que debía aparentar varias edades diferentes pues otros personajes de su vida aparecen en diferentes flashbacks también. Para el resto de actores se utilizaron muchas pelucas para asegurarse de que se tenía bajo control el look de cada época. Un trabajo fino, que con la nominación posiblemente haya tocado techo.
Siân Grigg, Duncan Jarman y Robert Pandini por El renacido
La galesa Siân Grigg (primera nominación) debutó como aprendiz en Regreso a Howards End y desde entonces ha sido una de las maquilladoras más reclamadas a ambos lados del Atlántico. Casualidad o no, El renacido es la décima película en la que trabaja transformando a Leonardo DiCaprio. Coincidieron por primera vez en Titanic y desde entonces el actor le debe su aspecto tan dispar en El aviador, Django desencadenado o el discutible envejecimiento de J. Edgar. Pero nunca hasta ahora había sido un trabajo tan radical como el de El renacido. Junto al creador de prótesis Duncan Jarman (primer nominación) y el peluquero Robert Pandini pasaron un día entero modelando una réplica del cuerpo de DiCaprio para sobre ella reconstruir las heridas del explorador atacado por un oso y después aplicarlas sobre el actor. Y lo cierto es que el resultado es espeluznante y fundamental para el resultado final de la película. Es, en fin, la única opción que puede arruinar el triunfo de Mad Max.
Ganará, debería ganar y molaría que ganase:
Lesley Vanderwalt, Elka Wardega y Damian Martin por Mad Max: Furia en la carretera