La categoría de mejor montaje de sonido es seguramente la más confusa de los Oscar. Su nombre no ayuda a entender que lo que aquí se premia, básicamente, es la creación ex novo de los elementos sonoros de la película más que la grabación de los que se producen naturalmente. Por ello, como es habitual, está dominada por cintas de ciencia ficción (Avatar, Star Trek, Up), bélicas (En tierra hostil) o bélicas de ciencia historia ficción (Malditos bastardos).
Christopher Boyes y Gwendolyn Yates Whittle por Avatar
{mp3}oscatlon2009/montajesonido1{/mp3}Desde Titanic a esta parte, el de Christopher Boyes ha sido uno de los nombres más veces mencionados en las ceremonias de los Oscar, aunque pocas veces haya sido como vencedor: 13 nominaciones (incluidas las dos de Avatar) y 4 Oscar. Le acompaña Gwendolyn Yates Whittle, novata en la Academia, pero que ha trabajado en muchas de las grandes superproducciones de los últimos tiempos (desde La amenaza fantasma hasta El curioso caso de Benjamin Button). Desde su laboratorio en Skywalker Sound (puede que la mayor parte de los efectos visuales hayan sido cosa de los chicos de Peter Jackson, pero el sonido ha estado a cargo de la gente de George Lucas), han tenido que crear para Avatar un abanico de sonoridades amplísimo en el que entra maquinaria inventada, animales de otro planeta, peleas, voces de seres extraterrestres y un largo etcétera. El trabajo, en efecto, es complejísimo pero adolece de falta de originalidad. Por tanto, el Oscar -como gran favorita en los apartados técnicos- es suyo, pero hay margen para la sorpresa.
Paul N.J. Ottosson por
En tierra hostil
{mp3}oscatlon2009/montajesonido2{/mp3}Al igual que Christopher Boyes en Avatar, Paul N.J. Ottoson es el responsable tanto de la mezcla de sonido de En tierra hostil como de su creación. Así como el trabajo como mezclador es brillantísimo, contribuyendo de manera definitiva a crear esa atmósfera de tensión, el apartado de los efectos sonoros es menos lucido. Si bien es cierto que este músico sueco reconvertido en mago del cine ha tenido que recrear todo tipo de kabooms para las bombas que desactiva el artificiero protagonista, no lo es menos que sus creaciones ocupan un segundo plano en la película.
Wylie Stateman por
Malditos bastardos
{mp3}oscatlon2009/montajesonido3{/mp3}Pese a ser uno de los sonidistas más solicitados de Hollywood, a Wylie Stateman el Oscar se le resiste como gato panza arriba. Es más, en las cuatro veces anteriores que ha sido candidato (Nacido el 4 de julio, Máximo riesgo, Memorias de un geisha y Wanted) ha dado la sensación de que era quien tenía menos opciones de premio. Pero Stateman lleva tres décadas en activo, casi siempre desde la compañía Soundelux, que fundó junto a Lon Bender. Colaborador habitual de Oliver Stone o Wolfgang Petersen, entró en contacto con Quentin Tarantino para Kill Bill y desde entonces éste ya no ha prescindido de él. El mérito de Stateman no es sólo ser un buen creador de efectos de sonido, sino que también es muy imaginativo, cualidad que le va como anillo al dedo a la aberración histórica del realizador. Seguramente Malditos bastardos tampoco sea su ocasión, pero los miembros de la Academia saben que Stateman merece una estatuilla como el que más.
Mark Stoeckinger y Alan Rankin por
Star Trek
{mp3}oscatlon2009/montajesonido4{/mp3}Turno para la tapada de esta categoría. Si la mencionada escasa creatividad de Avatar deja algún hueco para otra candidata, esa sería Star Trek, que se caracteriza por todo lo contrario. Los efectos de sonido de la cinta son adecuadamente espectaculares, sin caer nunca en el exceso; en cambio, sus soluciones son muchas veces muy ingeniosas, buscando -como todo en esta película- la renovación sin dar la espalda a la vieja saga. El mérito corresponde, en primer lugar, a Mark Stoeckinger, admirador confeso de los maestros de la especialidad Ben Burtt y Walter Murch y empleado de Soundelux (la empresa del también nominado este año Wylie Stateman); su trabajo en Cara a cara ya mereció una candidatura al Oscar. La otra parte corresponde a Alan Rankin que, aunque no es emplezado de la misma compañía, colabora frecuentemente con ellos; ésta es su primera candidatura.
Michael Silvers y Tom Myers por Up
{mp3}oscatlon2009/montajesonido5{/mp3}La única película que no compite en las dos categorías de sonido es la representante (casi) anual de Pixar. Pero lo más curioso del caso es que, al contrario que en otras ocasiones, Up sólo compite por el mejor montaje y no por la mezcla, quizá porque esta cinta ha requerido un especial esfuerzo en la creación de efectos sonoros, desde el despegue de la casa hasta los sonidos de las cataratas Paraíso y sus habitantes. Michael Silvers, el primero de los dos nominados, es un veterano de la casa: ya ha optado al Oscar en esta categoría por Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los increíbles y Ratatouille. Para Up ha formado pareja con Tom Myers, de una generación posterior pero que también ha estado involucrado en otros filmes de Pixar y que tiene en su haber la candidatura que le falta a Silvers, la de Wall·E. Seguramente era esta cinta la que mejor se lo puso a los académicos para premiar el trabajo de la compañía; en cambio, no parece que Up sea su mejor ocasión.