Gloria, un ama de casa y su marido, taxista, viven en un edificio de vecinos junto a los hijos y a la suegra, así como con un lagarto. Ella compagina las labores del hogar con la limpieza de otras casas, como asistenta. El matrimonio atraviesa una fuerte crisis, mayormente por el amor que el marido siente por una mujer alemana para la cual trabajó de chófer cuando vivía en Berlín, quince años antes. Esto y el síndrome de abstinencia que comienza a sufrir la mujer desde que la farmacéutica le niega anfetaminas provocarán que la progresiva crisis de Gloria estalle por fin.