Jorge Dorado juega con el espectador en ‘Mindscape’

A Jorge Dorado (Madrid, 1976) le ha costado llegar hasta donde está, que es a punto de estrenar su primera película que, antes incluso de llegar a las salas, ya ha merecido la nominación al Goya a mejor director novel. Mindscape es un thriller psicológico que tiene como protagonistas a Mark Strong (Sherlock Holmes) y la joven Taissa Farmiga (American Horror Story). Hablamos con él tres días antes del estreno en salas de la cinta.

Pese a llevar toda la mañana atendiendo a diferentes medios -y todavía estaba por llegar la presentación en la facultad de Periodismo de la Universidad Complutense a la que se unió Alberto Amman, que tiene un pequeño papel en la película- a Dorado se le iluminan los ojos al hablar de sus actores y del proceso de preproducción de Mindscape.

El director, que opta al Goya a mejor dirección novel en una categoría que este año se presenta muy reñida -Fernando Franco acumula en total 6 nominaciones por La herida-, habla así de sus de sus competidores: «Me parece una selección muy buena. Lo que más me gusta es que cada película es diferente, juntas representan todos los cines que se hacen en España, hay desde películas minoritarias hasta la mía, que es más comercial». Mindscape es, de las cuatro, la única que todavía no ha pasado por la cartelera. «Ojalá que la nominación ayude a que los espectadores vayan a verla, los Goya son un valor añadido para el cine español que, aunque lo estamos superando poco a poco, goza de mala fama. Son un reconocimiento a la película y a mí como director».

En este primer largometraje, Dorado ha querido proponer un inteligente juego al espectador, algo que, afirma, le hace sentirse cómodo. «Me fascina ese tipo de cine y me encanta plantearlo como entretenimiento y no dejar al espectador pasivo, sino hacerle partícipe de la historia. Eso me divierte mucho». Un entretenimiento con un envoltorio ciertamente atractivo, no en vano el diseño de producción ha corrido a cargo de Alain Bainée (Vicky Christina Barcelona, Blancanieves). «Fue mi mano derecha para toda la parte visual de la película. Trabajamos mucho con Laia Ateca todos los detalles, a veces sutiles, porque quería conseguir que el universo de la película fuese único e incuestionable, de ahí las rosas que aparecen. Me gustaba la idea de que en la iconografía hubiera gente observando, que es algo que pone nervioso al espectador, por eso incluimos esos cuadros en la decoración de la casa. La idea es: ¿quién observa a quién? Aquí, Dorado cita a Sidney Lumet: «No hay decisión pequeña en una película. Todas son importantes, desde elegir al protagonista hasta poner un cuadro en la pared«.

¿Y cómo llega el proyecto a sus manos? Sin éxito para levantar una ópera prima en España a pesar de que había dirigido varios cortos como La guerra (nominado al Goya en 2007), Dorado decidió probar suerte a Los Ángeles. «Al poco tiempo conseguí un manager al que le encantaron mis cortos, eso me abrió muchas puertas. Así conseguí tener reuniones en productoras como Dreamworks, Universal, Warner, Fox… estuve en todas. De ahí salieron guiones y hubo proyectos, pero fue mi manager el que me propuso el de Mindscape«. Sobre el guión de Guy Holmes, que entroncaba con elementos que él había tratado antes, se pusieron a trabajar: «La culpa, las dos caras de las personas, el lobo con piel de cordero, los secretos, ahí había buen mimbre, así que juntos elaboramos una segunda versión y le propusimos el proyecto a Jaume Collet-Serra, que fue el que confió en mi visión de director para poner su nombre delante del mío».

«Cuando tuvimos la opción de contar con Mark Strong luchamos por ella», asegura. El actor, al que pronto veremos en Before I Go to Sleep y The Imitation Game, es un detective de la memoria que deberá ayudar a Anna, una inquietantemente hipnótica adolescente de buena familia que vive encerrada en su habitación, interpretada por Taissa Farmiga. «Uno de los productores estaba trabajando con Vera Farmiga en The Conjuring y fue ella quien sugirió a su hermana para el personaje de Anna. Yo la había visto en la primera temporada de American Horror Story. Rodar con Taissa, que tiene esa inocencia y muchísimo talento natural, era jugar. Ella tenía 18 años, era importante tratar de divertirnos mientras hacíamos la película». En ese momento sonríe al recordar el rodaje con Strong y Farmiga. «We’re making a movie man, that’s cool!, me decía Mark por las mañanas».

Aunque afirma que rodar en inglés no fue un reto porque, dice, consiguió hacerse entender sin tener un gran nivel, sí apela a la humildad a la hora de ponerse detrás de la cámara. «Al final todos los rodajes se parecen: da igual que el presupuesto sean 100 o 3 millones de dólares. Cambia la escala, pero tu responsabilidad es la misma. Lo que me parece muy importante es ser humilde y no fingir que sabes hacer algo que no puedes hacer, porque es imposible que un director sepa hacer todo todo el rato». Dorado recuerda con cariño su etapa de aprendizaje, en la que ejerció como ayudante de dirección de Guillermo del Toro o Pedro Almodóvar. «Ver cómo Guillermo modifica una escena que tú has visto antes en el storyboard o estar cerca de Pedro mientras dirige a sus actores es todo un privilegio. He aprendido mucha técnica: ver a otros directores resolver determinadas situaciones me ha servido para conseguir cierta solvencia y seguridad a la hora de acercarme al cine y encontrarme situaciones similares».

Mindscape se estrena el 24 de enero en España.

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