Bello tráiler internacional de ‘Bright Star’


Tras la buena acogida en Cannes y Toronto, Bright Star empieza su particular campaña hacia los Oscar con posibilidades reales en dirección, actor y sobre todo actriz principal (Abbie Cornish) además de un buen puñado de candidaturas técnicas y un cantado Oscar al mejor vestuario del año. ¿Abrazará la Academia una cinta tan convencional con propuestas tan sociales y arriesgadas como Precious?

El caso es que Bright Star tiene potencial para llegar a los Oscar. Muy mal le tiene que ir para no colarse en categorías como la dirección artística y no ganar el vestuario, ambas responsabilidad de la diseñadora de vestuario Janet Patterson (Oscar y Lucinda, Retrato de una dama). Un Oscar, el de vestuario, por cierto, muy proclive a películas fallidas pero con una gran carga de «vestiditos» de época (María Antonieta, Elizabeth: La edad de oro, La duquesa). Además, la película en sí podría seguir la senda de The Reader o Expiación y colocarse como el drama de amor del año. Su apuesta intimista y feminista tiene muchos enteros para ganar votos. Si la respuesta del público acompaña a las críticas, y con una probada puesta en escena, parece tentador pensar que su directora pueda colarse en la mejor dirección.

Sólo tres directoras lo han conseguido. La primera fue Lina Wentmüller por Siete bellezas (1975). El filme italiano fue nominada a Mejor película extranjera, mejor dirección (Lina Wentmüller), actor (Giancarlo Giannini) y guión original (la propia Wentmüller). Los perdió todos. Sin embargo, la hazaña ya estaba conseguida y con más mérito además por ser un filme extranjero. La tercera fue Sofia Coppola que recogió curiosamente las mismas nominaciones (excepto que era un filme americano) pero esta vez, al igual que Campion, la Academia decidió darle el de guión antes que el de dirección. No deja de ser una paradoja que estas películas tuvieran un fuerte componente de autor y que sus directoras firmaban también los guiones. Otras directoras se han quedado muy cerca sobre todo, Barbra Streissand, a quien la Academia le negó (así de claro) dos cantadísimas nominaciones. Se llevó el Globo de Oro por Yentl y estuvo nominada a los DGA y Globos de Oro por El príncipe de las mareas, que obtuvo siete candidaturas al Oscar, incluyendo mejor película excepto la dirección. También hace dos años, el matrimonio Jonathan Dayton y Valerie Faris, se quedaron cerca de estar nominados por Pequeña Miss Sunshine.