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‘Amigos’, la polémica de la fama

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La jornada de martes se ha saldado con Doentes, una comedia que recupera la picaresca española en el cine con una historia ambientada en la Galicia de los 50 y Amigos, una de las claras opciones del premio del público, la historia de tres amigos que, para lograr la herencia de su amigo muerto, se enfrascan en un juego planteado en su testamento.

La comedia de Borja Manso y Marcos Cabotá, que cuenta con el talento de Borja Cobeaga como coguionista, deambula entre las diversas formas de la comedia para acabar siendo diferentes intentos de válvula de escape para lo cómico que empiezan desde el humor más serio, profundo, y/o inteligente, hasta desembocar, una vez que la narración encuentra su tono, en la comedia más gamberra y desenfadada trufada de humor negro y políticamente incorrecto.

Alrededor de este tipo de humor ha surgido la polémica esta mañana, pues uno de los gags gira, sin dar ningún nombre real, pero con motivos que ayudan a identificarlo claramente, en torno a la polémica del bailaor Farruquito y el accidente de tráfico que le llevó a la cárcel. Los inmigrantes también reciben su parte de socarronería.

Pero no solo de este humor vive Amigos, también hay tiempo para criticar la telebasura, la telerrealidad, la fama a toda costa, y hasta los personajes que se desviven por aparecer unos segundos en televisión. Estos tres amigos son víctimas de sus propios juegos de adolescencia, y les toca sufrir por estar en directo. Destaca sobre el trío protagonista Ernesto Alterio, divertido y payaso a partes iguales, que protagoniza las mejores escenas del filme e interpreta las líneas más brillantes.

Doentes, por el contrario, quizá necesitara un repaso a sus diálogos hasta pulirlos bien y hacerlos más efectivos, así como una reordenación y reestructuración de un guión con atípica propuesta de antihéroes con grandes ambiciones que ha resultado, hasta ahora, uno de los trabajos más originales y ocurrentes que se han podido ver en Málaga.