ATLÁNTIDA: La increíble y cruda realidad

ATLÁNTIDA: La increíble y cruda realidad

El Atlántida Film Fest es sinónimo de propuestas interesantes. Películas rompedoras que no estamos habituados a ver o que simplemente tendrán muy difícil una exhibición a gran escala. Pero no solo de películas de ficción está formado el Atlántida Film Fest, en él también hay sitio para documentales con propuestas tan interesantes como Los increíbles (Ala rota, La dama de hierro y La mujer radiactiva).

El documental cuenta la historia de tres héroes cotidianos: Un hombre discapacitado (Ala rota), una anciana nonagenaria (La dama de hierro) y una madre enferma de cáncer. Tres personas que sufren las adversidades de la vida, de forma distinta unos de otros, pero que intentarán por todos los medios salir adelante.

Así es como nos sumergimos en la cotidianidad de estas tres personas que sin quererlo se vuelven héroes de carne y hueso al afrontar con esperanza, y sobre todo con fuerza de voluntad, las adversidades que la vida les ha puesto. David Valero dirige este documental sobre la superación y las ganas de vivir sin caer en sentimentalismos, otorgando a la cinta un grado de naturalidad que hace que el espectador simpatice inmediatamente con sus protagonistas.

Cada espectador es distinto y es por eso por lo que cada uno simpatizará más con una historia o con otra. Ya sea con ese discapacitado que lucha por encontrar el amor pese a su discapacidad, con esa nonagenaria que vive con la vitalidad de una veinteañera o con esa madre coraje con cáncer que se niega a darse por vencida en su lucha contra la enfermedad.

Historias muy distintas pero que, como decíamos más arriba, tiene algo en común: las ganas que tienen sus protagonistas de vivir, de luchar contra lo que la vida, por una causa u otra, les ha puesto delante.

Cada vez que una película de ficción trata algún tema como los que se tratan en este documental de tal forma que nos cuesta creer que sea ficción es inevitable escuchar o hacer comentarios sobre ello y pensar que difícilmente se podría plasmar mejor esos temas en una pantalla. Pero entonces aparecen los héroes cotidianos retratados por David Valero y recordamos que la realidad siempre duele más. Mucho más.