Bahman Ghobadi busca su tercera Concha de Oro

Bahman Ghobadi busca su tercera Concha de Oro

Bahman Ghobadi busca su tercera Concha de Oro

La sexta jornada del Festival de San Sebastián ha estado marcada por la huelga general convocada en Euskadi. Tan sólo se han proyectado una cinta de Nuevos Directores y las dos películas de sección oficial: la intensa, pretenciosa y por momentos poderosa Rhino Season y la discretita All Apologies.

El iraní Bahman Ghobadi ya ha ganado dos veces la Concha de Oro en San Sebastián (La tortugas también vuelan, 2004 y Half Moon, 2006) y lo intenta ahora otra vez con Rhino Season, una cinta esforzadamente poética sobre un poeta iraní que sueña con recuperar su vida tras años de cautiverio. La proyección ha estado precedida por una explicación del propio Ghobadi sobre la calidad defectuosa del sonido de la copia que se proyectaba. La nueva estaba en camino. Seguro que tenía sus razones para renegar de la que se ha visto pero, sinceramente, no hemos apreciado defecto ninguno.

Aunque se comprende que Ghobadi pusiera especial cuidado al sonido de la cinta pues es muy parca en palabras. Lo que más suenan son los poemas a voz en off que acompañan a las poderosas imágenes de Rhino Season. Cuando se logran estampas como las que elabora aquí el iraní, el cine pude prescindir de los diálogos. Hasta invita a replantearse los límites entre disciplinas artísticas: si no necesitamos diálogos ni música y las potentes estampas estáticas son suficientes, ¿seguimos estando ante una película o no acercamos quizá a un cuadro proyectado?

Pero mientras el aspecto formal de Rhino Season es fascinante, su contenido dramático es más discutible. La premisa es atractiva pero está pobremente desarrollada. El poeta vuelve a su amada, que ahora vive en Estambul, pero es incapaz de llama a sus puertas al oír que su mujer está ahora en brazos del hombre que tramó su encierro. El resto del tiempo vaga alrededor de su casa y traba forzadamente amistad con unas prostitutas.

Enfilando el desenlace no queda otra que acordarse de Volver a nacer, ayer mismo en competición, y resulta igualmente ridículo. La diferencia radica en que la cinta de Castellito arranca carcajadas del público y en la de Ghobadi simplemente incredulidad, atolondrados por tanta belleza. Para lo cual, claro, la presencia de Monica Bellucci es una aportación fundamental.

Bahman Ghobadi busca su tercera Concha de OroLa segunda película en liza hoy ha sido All Apologies, de la directora china Emily Tang. El argumento es digno de un folletín decimonónico: un matrimonio rico y uno pobre. El rico pierde a su hijo en un accidente de tráfico cuando conducía el marido pobre. El marido rico, que sólo quiere a su mujer como madre de sus hijos, exige a la mujer pobre que le dé otro hijo. Y cuando esta se niega, la embaraza por la fuerza. La viola, vaya. Y hasta aquí lo que tenía que contar la película. Los 60 minutos restantes son un páramo narrativo que Tang tampoco sabe muy bien cómo manejar.

Ni está muy bien rodada, ni los actores son muy convincentes, ni hay mucho suspense ni terminamos de involucrarnos en lo que cuenta. Y aún así hay que celebrar la valentía y decisión de los cineastas chinos que se mueve al margen del poder establecido por sacar adelante sus propias historias. Un nuevo cine indie que todavía necesita madurar.