‘Combustión’ arde como un fósforo ante la sensible ‘Casting’

La segunda jornada del Festival de Málaga ha estado protagonizada por dos películas de génesis y ambiciones opuestas: por un lado la vulgarmente comercial Combustión, de Daniel Calparsoro y por otro la prácticamente homemade Casting, de Jorge Naranjo. Eso sí, mientras que la primera se limita a dar lo que ofrece, la segunda logra divertir y emocionar con su honesta naturalidad.

Pero las comparaciones son odiosas, y más cuando la primera tiene detrás una gran cadena de televisión y una productora de taquillazos como Tengo ganas de ti y aspira a reinar en taquilla. Esperamos sinceramente que logre un fantástico resultado comercial, de esos que solucionan la cuota de mercado del cine nacional en el balance del año. Lo que resulta menos claro es el sentido de que una película como Combustión participe en la sección oficial de un festival de cine, donde cabe esperar cierto elemento de riesgo, novedad o -en el peor de los casos- ocurrencia.

Sea como fuere, es indudable que Daniel Calparsoro es de los pocos realizadores españoles con pulso demostrado para rodar escenas de acción. Como en la reciente Invasor, ha rodado una secuencia de persecución al volante sobresaliente. Lástima que ocurra muy al principio de la película y el espectador espere otras escenas que la superen sin que nunca lleguen.

No nos desviemos del tema -aunque haya poco-: una banda de atracadores usa a una atractiva mujer (Adriana Ugarte) de cebo para ganar la confianza de sus víctimas para facilitar el golpe. Pero eligen al rico equivocado (Álex González), un ex piloto de carreras a punto de casarse con una joyera a la que no quiere. El lío amoroso está servido, aderezado con carreras de coches, sexo y algo de drogas. La película va a lo que va y no engaña a nadie.

La alegría de la mañana la ha servido Casting, opera prima del hasta ahora cortometrajista Jorge Naranjo, cuyas tres obras anteriores eran Casting, Casting 2 y Casting 3. ¿Tiene algo más que añadir el director sobre el asunto después de tres cortos?, cabría preguntarse antes de entrar a la proyección. ¿Cómo rascar algo suficientemente interesante para hacer un largometraje?

Empieza la película, no nos andemos con rodeos, torcida. Una discusión de una pareja mientras ponen la lavadora. Un ejercicio de exhibicionismo del guionista, que ha querido demostrar su pericia hilando respuestas ágiles y ocurrentes; y un supuesto ejercicio de estilo con planos imposibles, enfoque bailón y montaje sincopado.

Por suerte el susto pasa rápido. La narración enseguida abandona la tramoya y se va sumergiendo poco a poco en un tono honesto, limpio, divertido sin forzar la comedia, irónico sin atisbar la ofensa. La historia de un actor que va a un casting. A uno de tantos. Y se encuentra con tantos otros actores que han ido a otro de tantos castings. Jorge Naranjo pellizca con curiosidad y sin juicios en las vidas de algunos de ellos. Retrata con cariño y ternura a un grupo de jóvenes que pelea por sus sueños mientras trata de vivir la vida real -la de la lavadora, la del poco dinero la de chocarse contra un muro-.

El espectador pronto empieza a compartir el cariño por los personajes y a sentir como propio el fracaso ante la directora del casting. De pronto la prueba empieza a funcionar como metáfora de la sociedad y del mundo. Gente que se parte la cara por cumplir sus anhelos y que terminan chocando contra alguien dotado de autoridad -vaya usted a saber por quién- que les pone freno. Sin pensárselo. Sin reparar en los esfuerzos. Sin pensar en los corazones rotos. Como si la vida siguiera.

Con un grupo de actores poco conocidos que se interpretan más o menos a sí mismos -no todo lo que ocurre es autobiográfico ni los personajes son autorretratos-, Casting echa finalmente a volar y llega alto, aunque por el camino pegue algunos tumbos. Y alcanza sus mayores cumbres cuando aparece Esther Rivas, una actriz luminosa y sagaz, seductora y vivaracha, cómica y sensible. Ojalá esta pequeña película, rodada hace dos años y terminada in extremis para su presentación en Málaga- suponga el principio de una larga carrera que todos podamos disfrutar.