El fútbol como pasaporte para huir de la miseria en África

Miguel Alcantud vuelve por tercera vez al Festival de Málaga para presentar Diamantes Negros tras haberlo hecho con sus dos primeras películas, Impulsos y Anastezsi. «Me siento como en casa», celebra el realizador.

Diamantes Negros es un drama sobre dos jóvenes malíes que, buscando un futuro mejor en Europa son engañados por un supuesto representante de fútbol que les ofrece jugar en grandes equipos Europeos. «La idea me encontró a mi, había oído algo por ahí pero no le había hecho mucho caso y finalmente se fue haciendo hueco, pidiendo salir y obligándome a investigar sobre el asunto».

El largometraje, con una intención clara de denuncia, cuenta con la participación de Carlos Bardem y Guillermo Toledo. «Están en el proyecto porque son dos grandes actores, no por su implicación política, sería muy equivocado darle color a esta película», asegura Carlo D’Ursi, que ha producido y participado como actor en la cinta. «Decidí participar produciendo e interpertando porque es un proyecto que me mueve y que creo que puede mover al público», explica.

«Pretendemos conseguir darle visibilidad al tema, generar un debate a nivel estatal en cuanto a endurecer las leyes de inmigración de menores y que en la FIFA dejen de hacerse tanto los locos. Se está mercantilizando todo tanto que puede haber tráfico de menores y no pasa nada», denuncia Alcantud. Pero no todos los equipos profesionales vieron con buenos ojos el proyecto: «Tanto el Real Madrid como el Barcelona nos cerraron las puertas, el único equipo dispuesto a colaborar fue el Atlético de Madrid cediéndonos el estadio para rodar una escena».

Parte de Diamantes Negros ha sido rodada en Mali, ciudad donde Miguel Alcantud fue cooperante y volvió para este proyecto: «Fuimos un equipo muy pequeño con la intención de trabajar con la máxima facilidad posible, cuando fuimos estaban en conflicto y teníamos que estar siempre todos juntos porque había gente española secuestrada en el país.»

Sobre la dificultad a la hora de producir un proyecto como este, D’Ursi comenta que «la película ha salido adelante gracias a los organismos públicos como el ICAA, de otra forma hubiera sido imposible, porque aun no tenemos televisión», y añade sobre la distribución en cine: «Mi gran experiencia cuando yo empecé a trabajar en esto fue en Alta Films, así que con eso creo que lo digo todo», en alusión al inminente cierre de la empresa de distribución.