'Lust, Caution'

Ni Ang Lee ni Branagh logran convencer

Las nuevas películas de Ang Lee ({ln:Lust, Caution}) y de Kenneth Branagh (Sleuth) se
proyectaron ayer en la Mostra dentro de la sección oficial causando una
notable indiferencia. Ni el largo metraje o las escenas de sexo de la
primera ni el atrevimiento de la segunda al rehacer una obra mítica
como La huella lograron que los críticos se manifestaran ni abiertamente a favor ni en contra de sus intenciones.

'Lust, Caution'

{ln:Lust, Caution}

El País: "Lust, caution es una superproducción. Lujosa, potente, rica y exageradamente larga. Los 156 minutos no se justifican (…). No alcanza el nivel de Brokeback mountain. Quizá se trata de la
cadencia china, pero hay algo de relamido, de coreografiado, en esas
dos horas y media. Incluso en las escenas de sexo, abundantes y
realistas (cositas escandalosas que gustan mucho en los festivales),
asoma a veces el cartón del mal cine porno".

Abc: "No se ha llegado a estampar Ang Lee, aunque «Lust, Caution» se queda
larga y algo fofa por momentos, aunque tiene otros de una tensión,
pasión y obsesión que deja en poco aquello de los vaqueros de Brokeback Mountain (…). Lo que es indudable de ésta y de todas las películas de Ang Lee es que
el buen gusto no abandona nunca su estilo haga lo haga y diga lo que
diga, sea en las montañas o en los valles, en Estados Unidos o en China.

El Periódico: "Ang Lee no es hombre dado a la prisa, ni a precipitar acontecimientos.
Seguro que en la mesa mastica y mastica antes de engullir. Con sus
películas hace igual. Tranquilos, que ya llegaremos al postre, nos
viene a decir. Le salen guapas, como Brokeback mountain, o la presentada ayer en Venecia, Lust, caution. Pero son larguitas."

'Sleuth'

Sleuth

El País: "También Sleuth (Sabueso), la película de Kenneth Branagh, es
imperfecta. El asunto carece de gran importancia, vista la presencia en
el breve reparto (sólo dos intérpretes) de Michael Caine, uno de los
más grandes actores vivos, en un trabajo deslumbrante por su ironía,
sutileza y perversión (…). Jude Law, alma máter de Sleuth, parece pasarlo de
maravilla en compañía de Caine. Law encargó la dirección a Kenneth
Branagh, un hombre de gran talento para actuar, escribir y dirigir,
lastrado por una tara lamentable: en un momento u otro, acaba aflorando
el niño repipi que lleva dentro".

Abc: "La película tiene estilo y personalidad, el guión de Harold Pinter le
ha puesto algunas gotas de curare al texto original de Shaffer; la
puesta en escena de Branagh es engolada pero efectiva, incluso un punto
teatral tanto en el modo de enfocarla como en la de interpretarla sus
actores (…). Por no ocultarnos tras las ramas: la de Mankiewicz es una obra maestra y la de Branagh es una película que no está mal".