‘Un largo viaje’, ejercicio de redención al borde del descarrilamiento

Jonathan Teplitzki adapta en Un largo viaje la novela homóloga de Eric Lomax, basada en su experiencia real como prisionero de guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Lomax fue uno de los más de 60.000 prisioneros aliados que trabajaron en condiciones inhumanas para la construcción del ferrocarril de Birmania, también conocido como el ferrocarril de la muerte, un tren que une Tailandia y Birmania y que fue construido para el Imperio de Japón.

Para ello, Teplitzki nos ofrece un salto del presente al pasado, atestiguando tanto los acontecimientos que marcaron la vida de Lomax, interpretado por Colin Firth, como de las consecuencias que estos han tenido en los traumas de su futuro. El Lomax presente es un hombre torturado por las heridas de su pasado, y lo único que guarda en común con su versión joven es una afición desmedida por los ferrocarriles.

Un largo viaje es una historia más de redención, que comienza con el momento en el que Lomax conoce a su futura esposa, Patricia Wallace (Nicole Kidman), y por la que emprenderá un viaje en busca del hombre que le torturó en el pasado. El principal objetivo de Lomax será el de encontrar por fin la paz que necesita para poder seguir adelante con su vida y dejar atrás los duros fantasmas que aun le sujetan al ferrocarril de la muerte.

Tanto Firth como el joven británico Jeremy Irvine -que interpreta a Lomax en sus años como prisionero de guerra- están correctos en sus respectivos papeles, que es más de lo que se puede decir de Nicole Kidman, que parece no terminar de creerse a su personaje. Sin embargo, el handicap más notable de la cinta lo encontramos en la adaptación de la autobiografía de Lomax, firmada por Frank Cottrell Boyce y Andy Patterson. La historia de Lomax funciona durante la primera parte de metraje con más consistencia que durante la segunda, etapa en la que el espectador es testigo del reencuentro entre Lomax y su torturador y la cinta cae en una serie de lugares comunes que en ocasiones desmerecen la importancia del planteamiento inicial.

20130925sandwich_peqLa Sección Oficial del Festival de San Sebastián también ha incluido hoy la cinta mexicana Club Sandwich, escrita y dirigida por Fernando Eimbcke y con tres absolutos protagonistas (y prácticamente los únicos actores que aparecen en toda la cinta):  María Renee Prudencio, Lucio Giménez Cacho y Danae Reynaud.

Club Sandwich cuenta la historia de una madre (María Renee Prudencio) y su hijo (Lucio Giménez), que se encuentran pasando unas vacaciones en un hotel costero. Madre e hijo parecen ser cómplices inseparables y dependientes el uno del otro como el que no tiene a nadie más en el mundo.

Durante estas vacaciones en el hotel, el joven interpretado por Lucio Giménez conocerá a una chica de su edad (Danae Reynaud) y juntos experimentarán un corto pero intenso viaje hacia el amor y las primeras experiencias sexuales. Así, la cinta de Eimbcke se convierte en un ameno relato sobre la curiosidad adolescente y el paulatino abandono del nido materno.

Club Sandwich transcurre en apenas varios días y su metraje no alcanza los 90 minutos, pero tanto las interpretaciones de sus tres protagonistas -en especial la de María Renee, que suena como importante contendiente de cara a la Concha de Plata a la mejor actriz- como el tempo cómico que Fernando Eimbcke demuestra manejar con mucho acierto hacen que la cinta haya destacado sobre muchas de sus competidoras, mucho más ambiciosas en su forma.