‘As in Heaven’: la familia y la religión como prisión

'Du som er i himlen'
Valioso debut
Tea Lindeburg ofrece una primera película llena de imágenes de gran potencia visual y un ritmo seguro y muy bien dosificado
4.2
La familia como amenaza de los sueños

A la buena noticia de que en esta Sección Oficial hay mucho cine dirigido por mujeres y centrado en historias de mujeres se debe unir el hecho de que algunas de estas películas son opera prima muy prometedoras. Una de ellas es la danesa Du som er i himlen (As in Heaven), primer largometraje de Tea Lindeburg, con guion de ella misma basado en la novela En dødsnat (Noche de muerte), de la escritora de principios del s. XX Marie Bregendahl, que relataba en ella su propia experiencia con su madre. En la película presentada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, una adolescente, la mayor de seis hermanos, va a ser la primera mujer de su familia que puede irse de la granja para estudiar, pero el difícil parto que le espera a su madre y un sueño de esta en el que será un niño y si llaman al médico morirá puede poner en peligro sus planes.

Aunque la película refleja el status desfavorecido de la mujer en las sociedades rurales, dominadas por la religión y la superstición, algo que ya se ha tratado millones de veces, la película de Lindeburg goza de una espectacular puesta en escena, cuyo principal valor es una fotografía que se recrea en el expresivo rostro de la actriz principal, y en la que los exteriores luminosos contrastan con unos interiores que se oscurecen a medida que la película se torna más trágica y unas imágenes de gran potencia visual. El personaje principal, la adolescente Lise, para la que Flora Ofelia Hofman Lindahl ofrece una interpretación sensible y mesurada a pesar del dramatismo de la película, es tratada por la directora con empatía y respeto en una situación desesperada, y las escenas con los niños son encantadoras. No es la mejor película a concurso, pero sin duda es una rica aportación sobre el despertar a la vida, a la coquetería y a la sexualidad, la aspiración a los sueños y cómo todo esto se puede ir al traste en una noche por vía de la superstición y de las costumbres atávicas de una familia rural.