La tensión del hilo rojo en ‘Distancia de rescate’

'Distancia de rescate'
Terrorífica y cautivadora
Un relato de terror que cautiva y emociona sobre la maternidad y el instinto protector
4.6
Belleza y horror

Amanda, el personaje protagonista de la película de la directora peruana Claudia Llosa, interpretado por una estupenda María Valverde, define la distancia de rescate como el espacio que le separa de su hija Nina, que siempre tiene ser el abarcable para que si esta se pone en situación de peligro ella pueda salir corriendo a socorrerla. También habla del hilo invisible que une a ambas, que si se tensa suficiente puede llegar a romperse.

Y de esto trata esta hermosa y terrible película, basada en una novela del mismo título de la novelista argentina Samanta Schweblin, de las situaciones en las que ese hilo puede quebrarse. De una situación en concreto. Amanda y Nina llegan a un pueblo perdido del interior de Argentina a pasar unas vacaciones mientras el marido y padre está de viaje de negocios, que planea unirse a ellas más tarde. Pero esto no es lo primero que vemos en la pelicula. En las primeras imágenes, Amanda aparece sucia de barro y evidentemente desorientada mientras un tal David, al que no vemos pero sí escuchamos, la arrastra por los pies, no sabemos si para ayudarla o para hacerle algún daño.

Distancia de rescate (Fever Dream) es la historia de Amanda y Carola, dos madres que se encuentran y se hacen amigas. Cuando se conocen, Amanda, más recatada, se siente iiremediablemente atraída por Carola, una mujer preciosa y abierta, lo que da pie a Llosa para desplegar las imágenes más sensuales de la cinta, de cuerpos al sol y baños indolentes o charlas al borde de una piscina. Pero esa sensualidad pronto da paso al terror más puro, cuyos signos han ido apareciendo dosificados en todo este principio y que se centran sobre todo en David, hijo de Carola, y que se cifran sobre todo en una historia en la que interviene la brujería y la superstición.

Todo eso rodado con un estilo muy elegante, basado en la fotografía de Oscar Faura alterna las escalas y contrasta los luminosos exteriores con los más opresivos y amenazantes interiores, en un diseño de sonido de Fabiola Ordoyo en el que se combina música con las voces de las dos mujeres, muchas veces en off, y los sonidos de la naturaleza, y un montaje de Guillermo de la Cal que va cambiando el pulso del relato.

Es esta una película de equívocos, de ensoñaciones y de pesadillas, en la que los momentos tensos se intercalan con los más joviales en una línea temporal alterada pero cuyo hilo no se pierde nunca por la claridad expositiva. Una bella y terrorífica reflexión sobre las maternidades y, en este certamen, una firme candidata a entrar en el palmarés tanto por el estupendo trabajo de Claudia Llosa o por sus magnéticas protagonistas, María Valverde y Dolores Fonzi.