El cineasta catalán Salomón Shang fue hallado muerto a los 37 años en Palma de Mallorca el jueves de la semana pasada, según informa Europa Press citando fuentes policiales.
Salomón Shang era también escritor, y dentro de su filmografía destacan producciones como Madre Cuba (2004), Metropolitan (2002), La Leyenda del Innombrable (2010). En 2011 fue el protagonista de un escándalo de presunta compra de votos en los Premios Gaudí.
Antes que cineasta, Salomón Shang Ruiz (Barcelona, 7 de octubre de 1976) fue un hombre de circo. Su madre pertenece a una larga y prestigiosa estirpe de payasos. De hecho, según contaba él mismo en una entrevista, su tío abuelo era el más famoso de todos, el gran Charlie Rivel. Su padre era equilibrista de una saga de acróbatas chinos. “Cuando se nace en una familia de circo se establece cual va a ser tu destino. En mi caso, por mi estructura, más de la familia de mi madre, porque no tenía la fortaleza de un acróbata, pues me tocó ser payaso”, contaba en El País.
Y así, el joven Salomón fue miembro de la troupe de los Rudi Llata hasta los 25 años, aunque simultaneaba esta actividad artística con suformación como cineasta en el CECC (Centre d’Estudis Cinematogràfics de Catalunya) y rodó varios cortos (Te quiero pero no mucho, 1997;Veinticuatro Noche; Bambino, ambos en 1998). Finalmente, en enero de 1999 se lanza a rodar su primer largometraje, Después de la luz. Sin embargo, la cinta no cobra cuerpo hasta tres años más tarde.
Al final, la llamada del plató pudo más que la atracción de la pista. En 2000 Shang decidió crear una productora para hacerse cargo de la que sería su segunda película, Metropolitan. La ironía del caso es que la bautizó con un nombre fantasma: Producciones Kaplan. George Kaplan: la identidad que hizo que Cary Grant corriera de una punta a otra de Estados Unidos Con la muerte en los talones cuando alguien le confundía con un espía de la CIA. Once años después, Kaplan vuelve a protagonizar una historia de anónimos y sospechas: la supuesta trama para falsear los Premios Gaudí consistente en inscribir nuevos miembros en la Academia del Cine Catalán mediante la falsificación de créditos de películas anteriores, que deberían luego votar al dictado de la empresa.
A lo largo de este tiempo, Shang rodó varias sagas de películas, muchas de ellas a caballo entre la ficción y el documental: cinco largometrajes (Después de la luz y las cuatro entregas de El viaje de la luz) sobre el supuesto hallazgo de unas cintas rodadas por un comerciante francés en varios pueblos catalanes en vísperas de la Guerra Civil; dos sobre el escultor Xicu Cabanyes (La mujer sin alma y La mujer del bosque); otras dos sobre un juez de instrucción de lo penal en Barcelona; otro a partir de una entrevista censurada del filósofo Carl Gustav Jung en 1957; otro más sobre el rodaje de la mítica Solaris de Tarkosvsky; y un largo etcétera, a ritmo de entre dos y cuatro obras al año.
Además, gestionó dos salas de cine en Barcelona: los Casablanca Kaplan y los Casablanca Gràcia. Sin embargo, las deudas y el mal estado de las instalaciones le llevó a clausurar estos últimos. El proceso de cierre lo retrató en otra película, Cinéclub, de nuevo mezclando elementos de ficción (una historia de amor entre un espectador y la taquillera) y de reality. El Premio Gaudí (y otras tres nominaciones) que obtuvo el año pasado son ahora parte fundamental de la polémica.