Tras cogerse un buen globo (y siete nominados
a mejor drama, lo es), siempre viene un día de resaca. Quizá no sea el
mejor momento para darle vueltas a la cabeza, pero hay que subrayar
alguna que otra cosa. Telegráficamente: los Globos de Oro llevan unos
años con muy poca capacidad de augurar el resultado de los Oscar: Babel, Brokeback Mountain y El aviador fueron
sus últimos ganadores y ninguna de las tres llegó a buen puerto con la
Academia. Pero aunque no afinen el ganador, ¿qué capacidad de
influencia tienen?
Esta pérdida de importancia como videntes de los Oscar es una cuestión de calendario. Cuando la Academia entregaba sus estatuilla en marzo, los votantes tenían en la mano la papeleta para las nominaciones en el mismo momento en que se entregaban los Globos de Oro. Desde que en 2003 los Oscar se adelantaron a febrero, la ceremonia de los premios que organiza la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood se celebra con las urnas de las candidaturas de las Oscar ya cerradas, por lo que los miembros de la Academia deciden sin conocer ese veredicto.
Así, por ejemplo, el año pasado la película más nominada en los Globos fue Babel, con siete (igual que este año Expiación); y también resultó ser la que obtuvo más candidaturas a los Oscar: otras siete. De las primeras siete sólo obtuvo una estatuilla aunque fue, eso sí, la de mejor drama. Ya nos pusimos en guardia cuando recibimos la noticia de una victoria tan frágil. En efecto, de los Oscar salió con otro solitario galardón, aunque en esa ocasión el de mejor partitura, una de las categorías que tradicionalmente la Academia ha utilizado cono premio de consolación.
De todas formas, Dreamgirls, la película que verdaderamente triunfó el año pasado en los Globos con tres premios (película musical, actriz de reparto y actor de reparto) ni siquiera llegó a ser candidata a mejor película en los Oscar.
Hace dos años con Brokeback Mountain, los Globos se deshicieron: siete nominaciones y cuatro premios, entre ellos mejor drama y director. En los Oscar, en cambio, pinchó: de las ocho nominaciones sólo se llevó tres estatuillas, perdió el gran premio frente a Crash, pero ganó el de mejor director. Y El aviador en 2004 tuvo seis nominaciones a los Globos y ganó tres premios; en los Oscar obtuvo nada menos que 11 nominaciones, pero sólo se llevó cuatro estatuillas en los apartados técnicos y una quinta para Cate Blanchett como actriz de reparto.
Comprobado pues el divorcio entre los resultados de los Globos y los Oscar, es necesario subrayar en qué se contaminan. Lo que los Globos sí hacen año tras año es cribar la carrera. Por ejemplo, el año pasado pusieron en órbita a Diario de un escándalo y Little Children que, hasta ese momento, no habían encontrado su hueco en la carrera y acabaron siendo candidatas a cuatro y tres Oscar en categorías principales. En cambio, restaron fuerza las opciones de Banderas de nuestros padres / Cartas desde Iwo Jima y descarrilaron El buen alemán, El buen pastor, El velo pintado y, también, Volver.
Pero además, queremos llamar la atención sobre el nombre del ganador del Globo de Oro al mejor director: Martin Scorsese. Hace dos años: Ang Lee. Hace tres, mientras triunfaba El aviador, el premio al mejor realizador fue Clint Eastwood por Million Dollar Baby. En 2003, Peter Jackson. Todos repitieron victoria en la Academia. Por lo tanto, a la vez que los Globos se han alejado en su capacidad de avanzar el resultado global de los Oscar, han afinado su identidad en el resultado de esta categoría.
Miremos por fin a este año. Siguiendo el esquema que acabamos de trazar, las siete nominaciones de Expiación en los Globos posiblemente se traducirán en que también será la líder de las candidaturas a los Oscar. Pero eso no le garantiza la victoria.
Lo que se otea en el horizonte es un gran duelo por el premio al mejor drama entre Expiación y No es país para viejos. La primera es una película de hechuras clásicas al gusto de los más conservadores de la Asociación y de la Academia. La segunda, una cinta de autor más conforme a las exigencias cinéfilas de la savia nueva que recorre las filas de los votantes de los Oscar.
Pero por si tenían poco reto enfrentándose entre sí, la cuestión se complica en esa candidatura que hemos subrayado antes: mejor director. Ahí se les une Tim Burton, un aspirante muy solvente a ese Globo de Oro y más tratándose de un gran musical, un género que tiene una extraordinaria acogida en estos premios. Tanto es así que, dada la situación de este año, nos atreveríamos a decir que quien gane en este apartado será el verdadero triunfador de los Globos.
Si nos pidieran un vaticinio de urgencia en este día de resaca sería:
Mejor película – drama: Expiación
Mejor película – comedia o musical: Sweeney Todd
Mejor director: Tim Burton por Sweeney Todd
Mejor actor – drama: Daniel Day-Lewis por Pozos de ambición
Mejor actriz – drama: Julie Christie por Lejos de ella
Mejor actor – comedia o musical: Johnny Depp por Sweeney Todd
Mejor actriz – comedia o musical: Marion Cotillard por La vida en rosa
Mejor actriz de reparto: Amy Ryan por Adiós pequeña, adiós
Mejor actor de reparto: Javier Bardem por No es país para viejos
Mejor guión: No es país para viejos
Mejor partitura: Expiación
Mejor canción: Encantada
Mejor película extranjera: 4 meses, 3 semanas y 2 días
Mejor película de animación: Ratatouille
Por lo tanto, estamos previendo una débil victoria de Expiación; el triunfo de Sweeney Todd; dos premios de mucha envergadura para No es país para viejos; y un completo pasotismo ante La guerra de Charlie Wilson.
N.B.: En la quiniela que hicimos en la víspera acertamos 41 de las 55 nominaciones, 47 aciertos contando con los candidatos que ofrecíamos como alternativos.