Homenaje al jugador que desafió a Hollywood

Robert Altman, uno de los grandes nombres propios del cine estadounidense de los últimos 40 años, va a recibir al fin un Oscar. Aunque ha sido siente veces candidato por M.A.S.H., Nashville, El juego de Hollywood, Vidas cruzadas y Gosford Park, recogerá el premio honorífico de la Academia en la ceremonia del próximo 5 de marzo.

"Por una carrera que repetidamente ha reinventado la forma del arte y que ha inspirado por igual a los cineastas y al público". Así reza el texto del acuerdo que la Junta de Gobernadores ha adoptado para que Robert Altman (Kansas City, 1925) reciba el reconocimiento de Hollywood, una industria ante la que él siempre se ha resistido.

Su prolífica carrera comenzó en 1957 con una película de bajo presupuesto llamada The Delinquents en su Kansas natal. No tuvo gran éxito pero le sirvió de pasaporte a Los Ángeles donde consiguió trabajo como director de algunos capítulos de series televisivas como Alfred Hitchcock presenta o Bonanza. El golpe de suerte definitivo le llegó cuando le propusieron dirigir una película sobre un equipo médico de EE UU en la Guerra de Corea. Desde luego no había sido la primera opción: 15 directores declinaron la oferta antes que él. Pero finalmente M.A.S.H. se convirtió en un gran éxito de taquilla y supuso la primera candidatura a los Oscar de Altman.

Sin embargo, lejos de plegarse al siguiente encargo, Altman empezó a escoger libremente sus proyectos, abordando sus propios temas y sin poner mayor atención en los resultados económicos de sus proyectos. Esta personal carrera ha dejado títulos tan notables como Un largo adiós, Nashville, El juego de Hollywood, Vidas cruzadas, Prêt-à-Porter, Kansas City o Gosford Park.

Robert Altman recogerá el Oscar honorífico durante la entrega de los Premios de la Academia, el próximo 5 de marzo en el teatro Kodak de Hollywood.