El presidente del gremio de actores de EE UU (SAG, por sus siglas en
inglés), Alan Rosenberg, ha anunciado que ninguno de los miembros de su
sindicato que compiten por los Globos de Oro (la gran mayoría de los
candidatos, más de 70) acudirá a la ceremonia de entrega, prevista para
el día 13. Los actores apoyan así la huelga del sindicato de
guionistas, que no ha querido otorgar una dispensa de los paros a la
organización de estos galardones.
En un comunicaod, Rosenberg asegura que la decisión se ha tomado después de tratar con los agentes de todos los actores implicados y que ninguno de ellos "cruzará los piquetes del WGA para aparecer en los Globos de Oro para recoger un premio o para presentar".
Con esta decisión, la celebración de la ceremonia de entrega queda en una posición muy delicada. En estos momentos la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood y la cadena de televisión NBC tienen dos opciones: seguir adeltante con sus planes y emitir una ceremonia sin rostros conocidos; o cancelar la retransmisión televisa para tratar que, de esa manera, los actores y quizá los guionistas reconsideren su decisión y acudan a los Globos de Oro, aunque sea sin cámaras.