Los favoritos
El galope de los cowboys de Brokeback Mountain hacia el escenario del teatro Kodak parece imparable. Sóo Crash ha conseguido hacerles algo de sombra. Parece impnesable que el premio al mejor director no sea para Ang Lee o que el de mejor actor para Philip Seymour Hoffman por Truman Capote. Reese Witherspoon mantiene su papel de favorita por En la cuerda floja, pero Felicity Huffman está dispuesta a aguarle la fiesta con la transexual de Transamerica. Entre los actores secundarios, Paul Giamatti (Cinderella Man) es el mejor situado aunque George Clooney y Jake Gyllenhaal mantienen la llama de la competición encendida hasta el último minuto. Rachel Weisz (El jardinero fiel) debe tener preparado el discruso por el premio a la mejor actriz de reparto, pero sólo podrá leerlo si Amy Adams o Michelle Williams no dan la sorpresa. La mjoer película de animación parece que irá a manos de los chicos de Aardman por Wallace & Gromit mientras que el premio a la mejor extranera le hace ya ojitos a sudafricana Tsotsi.
El español
Malacostumbrados a que en los últimos años el cine español haya tenido una representación nutrida en los Oscar, este año el compositor Alberto Iglesias es el único que compite por una estatuilla. Su nombre es el tapado en la categoría d emejor música para el caso de que John Williams vuelva a quedarse sin premio. Las hipotética división de los votos entre sus dos nominaciones (Memorias de una geisha y Munich) pueden permitir que el premio acabe en Iglesias que con El jardinero fiel ha demostrado al mundo entero su enorme talento.
La ceremonia
La presión de las audiencias marca un año más la entrega. Como el año pasado, no hay película taquillera entre las nominadas pero esta vez, además, no tienen grandes estrellas. El despliegue publicitario no tiene precedentes y el arranque se ha adelantado. El preshow desde la alfombra roja será a las cuatro de la tarde (una de la madrugada en España). Durará el doble que en años anteriores, es decir, una hora. Para España, la cadena Canal+ empezará a retransmitir a las doce y media de la noche. Es la primera vez que la ceremonia no se retrnasmite por un canal de televisión analógico. Tampoco habrá resumen de la gala al día siguiente para los espectadores que no estén abonados a ese canal.
Los presentadores
El maestro de ceremonias elegido es Jon Stewart, un popular presentador de la televisión estadounidense. Perfecto desconocido para la mayoría del público fuera de EE UU, es sin embargo el único periodista al que escuchan los jóvenes del país. Su programa se llama The Daily Show y se emite por la cadena de cable Comedy Central, filial de la MTV. Stewart tiene ante sí un doble reto: mantener la lucha por la audiencia sentando a más jóvenes delante del televisor y ser capaz de superar su propio programa y comprender que la ceremonia de los Oscar es el único programa anual de televisión con mil millones de espectadores. Y la mayor parte ni siquiera habla su idioma.
Dará paso a una lista exhuberante de estrellas, encargadas de entregar las estatuillas. Los nombres adelantados por la Academia son estos: Jack Nicholson, Kake Gyllenhaal, Eric Bana, Samuel L. Jackson, Ben Stiller, John Travolta, Ziyi Zhang, Hilary Swank, Jamie Foxx, Morgan Freeman, Jessica Alba, Owen Wilson, Luke Wilson, Jennifer Aniston, Tom Hanks, Sandra Bullock, Keanu Reeves, Will Ferrell, Queen Latifah, Terrence Howard, Meryl Streep, Will Smith, Steve Carell, Nicole Kidman, Chris 'Ludacris' Bridges, Uma Thurman, Charlize Theron, Naomi Watts, Lily Tomlin, Reese Witherspoon, George Clooney, Jennifer Lopez y Salma Hayek.
La música
Como es tradición, las canciones nominadas serán interpretadas en directo. Esta año son sólo tres y contarán con sus intérpretes originales en el escenario: Dolly Parton con Travelin Thru, Kathleen 'Bird' York con In the Deep y los raperos Three 6 Mafia con It’s Hard Out Here for a Pimp. La orquesta, un año más, estará dirigida por el compositor y arreglista Bill Conti.
El decorado
El disñeador Roy Christopher no ha fallado y ofrece un nuevo estallido kitsch. Esta vez la inspiración han sido las viejas salas de cine de los años, en las que los americanos se refugiaban de las noticias de la guerra para soñar con un mundo mejor en el que vivr libres. El mundo, al fin y al cabo, tampoco ha cambiado tanto.