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‘El príncipe de Persia’: Otro clon malo de Zimmer

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El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo
Prince of Persia: The sands of time

Nota: 5/10

Compuesta y producida por:
Harry Gregson-Williams
Duración: 66:26
Sello: Walt Disney Records
Fecha de lanzamiento: 25 de mayo de 2010
Disponibilidad: A la venta en edición física en la distribución habitual. Su digital se puede adquirir en Amazon y en iTunes.

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Estás escuchando el corte ‘Prince of Persia’

Harry Gregson-Williams, el hijo pródigo (junto a John Powell) de Hans Zimmer (Sinbad, Las crónicas de Narnia) escribe una correcta partitura para El príncipe de Persia, repleta de tópicos y manierismos de la compañía del alemán. ¿Qué está pasando en la industria para que esta nueva secta de músicos esté acaparando el mercado? Su música, aparatosa y simplista, está comiéndose el cine en detrimento del estilo y la creatividad personal de otros.

Evidentemente algo está ocurriendo en la música de cine en estos días. No sabemos si es preventivo o casual pero hay una amalgama de músicos de Remote Control/Mediaventures, hijos adoptivos de Hans Zimmer que están literalmente arrasando con sus partituras y oscureciendo a las grandes figuras de ahora. Su escasa experiencia como autores con voz propia y su estrategia musical de primar el efecto sonoro en la imagen más que la búsqueda de su emoción son marca de la casa. Lo que sorprende es que hans Zimmer esté consiguiendo para ellos tantos buenos proyectos. Recordemos que algunos como Bryan Tyler, Marc Streitenfeld o Ramin Djawadi son poco más que becarios y están escribiendo música para superproducciones de Hollywood. En absoluto niego el evidente talento que puedan tener algunos de ellos, pero no poseen ni el carisma de un artista ni la sensibilidad de un cinéfilo. El género de aventuras está virando a una componenda de terror y de acción frenética que en cierto modo está obligando a las partituras de cine a hacerse más robustas, oscuras y atronadoras. Esto le viene al pelo a estos compositores que además tienen ahora que hacerse notar más con el 3D.

Harry Gregson-Williams es quizás junto a John Powell, el que inició este «ataque de los clones». Entre sus trabajos más conseguidos dos sagas: la de Shrek, cuya cuarta parte comentaré en breve, y la de Las crónicas de Narnia.  También hay que mencionar justamente su plausible partitura para la cinta de animación Sinbad. El príncipe de Persia: Las arenas del tiempo es ciertamente una decepción. Pese a lo recargado de ciertos momentos, la partitura no deja de ser un cisco muy bien armado de alharacas instrumentales y ampulosos ejercicios étnicos a lo Hans Zimmer: percusión fuerte, sintetizadores, voces y todo a toda pastilla. ¿Queda bien en la película? Queda bien, pero podía haber quedado mejor algo más de inventiva o creatividad. Personalmente, pienso que llevamos unos años en que la música de cine ha sufrido tantas transformaciones que nos olvidamos de lo que es una buena partitura. El problema es que escuchamos algo «bonito» y nos parece fantástico cuando puede ser algo mediocre. La música de cine es una conjunción entre un elemento sonoro de soporte a la dinámica de las imágenes y otro elemento de creatividad musical del artista. Esta gente de Mediaventures olvida las dos. Porque su música simplemente ejemplifica lo que sucede en pantalla pero no amplifican su dimensión, y lo que es peor, la emoción que le confieren a las secuencias es bastante poco sofisticada.  Hacen temas de acción, temas dramáticos, utilizan orquesta, pero todo suena superficial, inacabado, previsible, buscado.

En cualquier caso, no quiero echar los lobos a Harry gregson-Williams que es de lo más decente que hay en este grupo. Su partitura de El príncipe de Persia es otro clon de los estruendosos esfuerzos de Hans Zimmer pero obviamente sin el talento del mismo. La música utiliza acepciones musicales arábigas en su instrumentación (bastante tópicas, por cierto) e incorpora toda suerte de sintetizadores, cuerda y lo que se le vaya ocurriendo. Pasajes como ‘Dastam and Tamina Escape’ son un ejemplo del caótico ritmo y de lo mal que quedan ciertas inclusiones artificales. Lo más destacado de esta partitura es su tema principal que puede disfrutarse en ‘The prince of Persia’ y el corte final ‘Destiny’. Éste es el Gregson-Williams que hubieramos querido tener más o menos en el resto del compacto pero se pierde en la inmensidad de los aparatosos efectos y en una secuenciación muy segmentada del desarrollo musical. En la banda sonora se incluye una canción de Alanis Morrisette, que ya colaboró con un par de canciones en la última de Las crónicas de Narnia y que vuelve a probar suerte con el tema ‘I Remain’. Desgraciadamente, la cantautora tampoco logra pasar del aprobado con una canción muy prescindible y nada apropiada para la historia.

La verdad que me da mucha pereza tener que escuchar una y otra vez los gorgoritos estruondosos de estos músicos de Remote Control, carentes de imaginación musical. Este «arte prefabricado por encargo» transgrede la parte más divertida y perpetua de la música que es la capacidad de un músico de innovar, de experimentar, de descubrir emociones. Esperemos que esta generación sepa redefinir su vocación porque si esto es lo que nos espera, que Goldsmith nos coja confesados.

LO MEJOR: Es efectiva (a ratos)

LO PEOR: Es ruidosa

EL TEMA:
‘The Prince of Persia’

Pistas

01. The Prince Of Persia (5:20)
02. Raid On Alamut (6:33)
03. Tamina Unveiled (2:34)
04. The King And His Sons (2:59)
05. Dastan And Tamina Escape (4:31)
06. Journey Through The Desert (2:55)
07. Ostrich Race (0:59)
08. Running From Sheik Amar (3:28)
09. Trusting Nizam (4:37)
10. Visions Of Death (1:47)
11. So, You’re Going To Help Me? (2:20)
12. The Oasis Ambush (1:54)
13. Hassassin Attack (3:00)
14. Return To Alamut (3:06)
15. This Is No Ordinary Dagger (4:39)
16. The Sand Glass Chamber (3:09)
17. Sands Of Time (3:59)
18. Destiny (3:39)
19. I Remain (Alanis Morissette) (4:57)
22. Merry Men (01:48)