Sacha Baron Cohen vuelve a hacer de las suyas en Agente Contrainteligente, rodeado de un reparto trufado de grandes nombres y dirigido por Louis Leterrier, la última gamberrada del actor británico lleva en alta definición con mucho contenido adicional.
La película se presenta en formato 2.39:1 con pistas de audio en calidad 5.1 DTS-HD Master Audio en su idioma original en inglés, además de doblada al castellano y al alemán. Además, incluye una pista de audiodescripción para invidentes en inglés. También incluye pistas de subtítulos para la película en castellano, inglés, alemán y turco.
El contenido extra comienza con un Así se hizo Agente Contrainteligente, una pieza de making of de casi doce minutos donde el equipo técnico y artístico discuten sobre el proyecto, su premisa, su proceso de casting y otros detalles de la producción. Imágenes detrás de las cámaras se combinan con las entrevistas y extractos de la película, con especial atención a las aparatosas escenas de acción que pueblan la cinta.
Las mejores frases: tomas falsas increíbles es un reel de tomas alternativas a los grandes momentos del guión de la cinta que, combinada con la pieza Tomas falsas, suponen un divertimento descacharrante de cinco minutitos de duración, a cambio de ver al equipo y reparto errar en sus interpretaciones por las causas más variopintas. Dos piezas que reflejan que el divertidísimo rodaje que tuvo que ser el de Agente Contrainteligente.
A continuación encontramos tres escenas eliminadas, con una duración total de casi nueve minutos en las que encontramos escenas redundantes, poco explicativas o incluso demasiado incómodas y desagradables para el montaje final (si eso es posible). Por último, la pieza Tenemos que hablar de “eso” hace referencia exclusivamente a la impactante y sonada escena del elefante y el proceso de filmación de la misma: desde los prostéticos, la construcción del elefante o los elementos de atrezzo que tenían que ser generados para la escena. Una escatológica y salvaje mirada al interior, nunca mejor dicho, de la que probablemente sea la escena más desagradable del cine de este año. ¿Quién si no Sacha Baron Coen podría tener el honor de tenerla en su película?