Penélope Cruz y Antonio Banderas, ‘Competencia oficial’ de egos

'Competencia oficial'
Milimétrica
Mariano Cohn y Gastón Duprat vuelven a provocar con los efectos de la fama
3.5
Efectiva sátira

Ni las altas expectativas pudieron con Competencia oficial, que ha abierto la competición en la sección Perlak con el público desternillándose después de los atronadores aplausos y estupendas críticas de Venecia. El tándem de directores argentinos formado por Mariano Cohn y Gastón Duprat había triunfado años antes en el mismo festival con El ciudadano ilustre (2016) con la que obtuvo la Copa Volpi su protagonista, Oscar Martínez, que es esta vez uno de los vértices del triángulo protagonista junto a Penélope Cruz y Antonio Banderas.

Cohn y Duprat ya nos habían provocado con los efectos de la fama en aquella película y con el infinito ego de los creadores en El artista (2008). Saben bastante de lo que hablan porque han adaptado todo tipo de formatos televisivos en su país natal. Y por eso componen milimétricamente los distintos asaltos entre una estrambótica directora mimada por los festivales (Cruz), un veterano actor de método con todos los tics de la izquierda más antigua (Martínez) y un actor español con más interés por el dinero que por el oficio que ha triunfado en todo el mundo al nivel de Antonio Banderas (el propio Banderas).

Los tres se reúnen para ensayar una película, que es la adaptación de la novela de un premio Nobel y pagada por un multimillonario farmacéutico (un irregular José Luis Gómez). Pronto entendemos que será imposible llegar a buen puerto si ninguno de los tres es capaz de frenar su egocentrismo.

El guion es absolutamente despiadado tanto con los soberbios que pisan la alfombra roja, sin escuchar a nadie, creyendo que son el único elemento imprescindible de la industria y no meros intérpretes; como con aquellos que aseguran que no creen en el arte como espectáculo, que rechazarían un Oscar, pero que ensayan una y otra vez frente al espejo su discurso de no agradecimiento. Y también, cómo no, con aquellos que se levantan ya intensos.

Penélope Cruz destaca en este trío brillante, capaz de hacer suya una imagen más que extravagante y sacarle partido a un registro que nunca había practicado. La sátira es más que efectiva, aunque quizá acabe cayendo en lo previsible por querer repartir protagonismo entre los tres y queden al descubierto los trucos.x