Concluye la sección oficial de San Sebastián 2022 con la película china Kong Xiu, cuyo título internacional, A Woman, da una buena pista de por dónde discurre: el director Wang Chao narra las desventuras de una joven trabajadora de una fábrica textil a la que, para empezar, su madre casa demasiado pronto.
La película es de una elegancia clásica inapelable, rodada con serenidad y editada sin apremio. Es, digamos, un folletín primoroso con una perspectiva de género necesaria para nuestros tiempos. Como en Girasoles silvestres, la película de Jaime Rosales también en competición, nuestra protagonista se ve abocada a probar suerte junto a tres hombres, aunque en verdad no necesita a ninguno de ellos.
Es interesante el cariz que aporta Wang Chao en cuanto a la cultura: su personaje tiene gran afición a la lectura y, pese a su escasa formación, un irrefrenable impulso por la escritura. Y precisamente será la literatura que la ofrezca la redención final. De nuevo, la educación y la cultura, “las cosas que no sirven para nada” como bien mayor, como propone Daniel Lerman en El suplente.
Culmina así una sección oficial que, en términos generales, ha logrado reunir un plantel de películas apreciables, algunas de ellas incluso sobresalientes como Los reyes del mundo, de Laura Mora, y The Wonder, de Sebastián Lelio, además de arriesgados y prometedores debuts como el de Marian Mathias en Runner o Genki Kawamura en A Hundred Flowers. Veamos ahora cómo se las compone el jurado para no fallar.