‘Los reyes del mundo’: la Odisea de los desarrapados

'Los reyes del mundo'
Sobresaliente
La directora colombiana Luara Mora presenta una seria candidatura a la Concha de Oro
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Esperanza entre lo sórdido

Hay experiencias que te hacen vibrar en la butaca incluso en medio de un maratón cinematográfico como el que estamos corriendo otro año más en San Sebastián. La directora colombiana Laura Mora nos conmueve, nos emociona y nos ilusiona, a pesar de que Los reyes del mundo pudiera parecer a primera vista un retrato de la violencia y la miseria en Colombia.

Como si se tratara de una Odisea de los desarrapados, este Ulises colombiano encabeza a un grupo de jóvenes sin casa, sin familia y sin futuro, como tantos en Latinoamérica. Su Ítaca es la tierra que dejó su abuela y que las nuevas leyes de restitución podrían devolverle la propiedad.

Con la esperanza de volver a encontrar un sitio del que ya nadie les eche, comienzan a andar desde Medellín hasta el recóndito paraje y la directora se recrea con el paisaje exuberante Colombiano, tanto el geográfico, como el humano. La variedad de personas que les ayudan desinteresadamente son tantas como aquellas que quieren tenderles una trampa mortal.

Ellos se comportan como los salvajes que son, no nos ofrecen ni una palabra de lo que pueden estar sintiendo, a excepción de momentos oníricos dignos de Apichatpong Weerasethakul. El guion nos mantiene siempre esperanzados, pero nunca nos deja bajar la guardia. La maestría de Mora con la cámara es solo comparable a su mano con la dirección de actores.

Haría un favor al festival este jurado descabezado tras la espantada de Glenn Close en otorgar la Concha de Oro a una directora que forma parte del vivero de San Sebastián, pues con su primera película, Matar a Jesús, arrasó en Horizonte Latinos.