‘Cerdita’, una de las experiencias más salvajes del último cine español

'Cerdita'
Salvaje
Carlota Pereda se eleva por encima del género en su ópera prima
4.5
'Bullying' y casquería

No deben temer aquellos poco amantes del terror acercarse a Cerdita. Aunque el aroma a casquería invade todo el metraje (desde el título a la ambientación en una carnicería), solo en los últimos minutos la sangre corre a borbotones. Se perderían una de las propuestas más interesantes de los últimos años, que nace de un corto multipremiado, pero que ha sabido crecer hasta el largometraje sin que se aprecien las costuras.

Carlota Pereda convierte a un pueblo de la Vera extremeña en la cárcel perfecta para una adolescente que adolece por completo de autoestima gracias a que su talla es la XXXL (de ahí el apodo que da nombre el título). Sus vecinas mayores la miran desde siempre con condescendencia y la pandilla de su edad se permite incluso humillarla, mientras lo retransmiten en directo en redes sociales.

Mención especial merece el tratamiento que Pereda dedica a la madre de la protagonista, interpretada por la siempre solvente Carmen Machi, abnegada como pocas, pero cuyo principal resorte vital es “el qué dirán”, como tanta gente que ha crecido en universos muy cerrados.

El hiperrealismo del acoso despierta las ansias de venganza del espectador, que respira gracias a las dosis de comedia que tan bien siembra el guion. Quizá el único pero sea que fuerza las reglas del thriller y eso compromete la verosimilitud de un relato exagerado, pero casi siempre convincente.

Carlota Pereda demuestra con la planificación de las secuencias, la dirección de actores y la oralidad de sus personajes que es una nueva voz a tener en cuenta en el cine español y que puede proseguir los caminos del género, alejarse de ellos o seguir buscando la manera de combinar texturas.