Análisis de los Globos de Oro 2011

EMMY 2010: Actores protagonistas

De los 12 nominados al Emmy al mejor actor actor protagonista de una serie, tan sólo dos corresponden a un estreno, por lo que cabe pensar que esta categoría es una de las que menos sopresas puede deparar en la edición de este año. Bryan Cranston puede fácilmente lograr su segunda estatuilla y todo apunta a que al fin Jim Parsons logrará la suya. En los telefimes sólo hay un candidato posible: Al Pacino.

Mejor actor en una serie – drama

Emmy 2010: Actores protagonistas
Bryan Cranston
Breaking Bad
Michael C. Hall
Dexter
Hugh Laurie
House
Jon Hamm
Mad Men
Matthew Fox
Perdidos
Kyle Chandler
Friday Night Lights

Bryan Cranston por Breaking Bad
El ganador del año pasado tiene muchas posibilidades de repetir premio esta edición. Algo bastante razonable teniendo en cuenta su portentosa interpretación de Walter White, ese ambiguo personaje que puede ser esposo, padre, amigo y a la vez productor y traficante de droga de diseño. Es uno de esos casos en que es difícil dilucidar si es el actor el que ha construido un personaje a su medida o si por el contrario, ha logrado amoldarse a cada uno de los recovecos del personaje hasta lograr una simbiosis total. Su presencia, su voz, su sutilidad, como demuestra en el episodio ‘Full Measure’ con el que compite por el premio, hacen de Bryan Cranston acreedor de cuantos premios se crucen en el camino de Breaking Bad.

Michael C. Hall por Dexter
A Michael C. Hall se le veía un poco solo en Dexter, rodeado de actores simplemente solventes y de unas tramas que habían perdido fuelle. Pero en esta cuarta temporada enfrentarse a John Lithgow ha sido el mejor revulsivo posible para la serie y para el propio Hall, que ha vuelto a hacer volar su personaje. Lo mejor de ese resurgir de este seductor psicópata, policía, amante y hermano está en la finale, ‘The Getaway’ y, lógicamente, es el capítulo que el propio Hall ha elegido para la competición. Además, aún no se ha llevado la estatuilla pese a sus tres anteriores nominaciones (dos por Dexter y otra por A dos metros bajo tierra). Con Bryan Cranston ya premiado, ésta puede ser su mejor ocasión.

Hugh Laurie por House
El territorio de este caballero inglés –tan inglés que es nacido en el mismísimo Oxford- no son los Emmy sino los Globos de Oro, donde ya recogió dos estatuillas por House. En cambio, la Academia de la Televisión no ha tenido a bien premiarle nunca y parece que va por la senda de convertirse en esas úlceras tan típicas que se forman en los Emmy: dejan pasar de largo las primeras temporadas y luego resulta imposible dar la estatuilla cuando la serie afloja. Ese es el caso de House, así que, salvo sorpresa mayúscula, mister Laurie se irá de nuevo sin galardón.

Jon Hamm por Mad Men
Hablando de úlceras, más raro es que Jon Hamm no haya logrado subirse nunca a esa ola de amor hacia Mad Men para hacerse con el Emmy al mejor protagonista. El caso se agrava añadiendo que es actor invitado de la otra niña bonita, 30 Rock y que con ella tampoco ha hecho diana. Circunscribiéndonos a Mad Men, nadie pone en duda su buen hacer, su impecable presencia y ese aire de sex-symbol cincuentero que tan bien sabe dar a su Don Draper. Pero seamos razonables: si no ha logrado el Emmy cuando la serie era imbatible, ahora que empieza a debilitarse parece poco razonable esperar que le llegue la estatuilla.

Matthew Fox por Perdidos
Para rematar el plantel de ignorados, aquí tenemos al protagonista de la serie más injustamente tratada por la Academia. Con el episodio ‘The End’ ha logrado su primera candidatura a los Emmy. Más vale tarde que nunca, bien es cierto. Y también lo es que su personaje ganó en riqueza y complejidad en las últimas temporadas y más aún que, pese a lo coral de su reparto, Jack ha resultado ser el verdadero protagonista de Lost. A propósito de lo cual no es baladí preguntarse si la traducción española –Perdidos– es correcta, o la muy ventajosa ambigüedad de la lengua inglesa ocultaba un singular revelador. Matthew Fox tiene el inmenso mérito de haber llevado a buen puerto a un personaje que –como todo lo demás en esta serie- nadie sabía hacia dónde se dirigía y que si ha acabado bien es gracias al talento de todos y cada uno de los implicados. Fox, desde luego, es uno de los más destacados de ese grupo y la estatuilla no sería más que un intento de enmendar muchos olvidos.

Kyle Chandler por Friday Night Lights
A Kyle Chandler le ha costado cuatro temporadas de Friday Night Lights verse candidato al Emmy como protagonista –como actor invitado ya lo fue en 2006 con Anatomía de Grey-. La serie ha sido una de las peor tratadas por las grandes cadenas, siempre al filo de la cancelación, pasando de la NBC a plaformas de cable regionales, para volver a la NBC de nuevo y terminar en DirectTV para su próxima y última temporada. Con tantas vueltas y revueltas es lógico que a Chandler le haya llegado tarde la candidatura y dificulta enormemente sus posibilidades de éxito. Pero seguramente la nominación es ya un gran premio para este entrenador de béisbol en un instituto que sirve de excusa para retratar la América profunda en este arranque de siglo.

Quién ganará: Bryan Cranston por Breaking Bad

Quién debería ganar: Matthew Fox por Perdidos

Mejor actor en una serie – comedia

Emmy 2010: Actores protagonistas
Jim Parsons
The Big Bang Theory
Alec Baldwin
Rockefeller Plaza
Steve Carrell
The Office
Larry David
Larry David
Tony Shalhoub
Monk
Matthew Morrison
Glee

Jim Parsons por The Big Bang Theory
Lo habitual es que una serie decaiga según pasan las temporadas, por eso es particularmente alegre que haya otras pocas que maduran y crecen año a año. Desde luego es el caso de The Big Bang Theory y, con ella, de su protagonista, Jim Parsons. No es que su Sheldon Cooper no resultara un maniático adorable desde el principio, sino que ahora está teniendo ocasión de ser mucho más que eso, un personaje completo y complejo. Parsons aprovecha cada oportunidad para desplegar todo tipo de recursos, muecas, tonos de voz, al tiempo que sabe hacer asomar el abismo de su personaje. Es su segunda nominación y probablemente suponga su primer premio.

Alec Baldwin por Rockefeller Plaza
Dos veces ganador del Emmy por este mismo personaje, la presencia de Alec Baldwin aquí se comprende pero también resulta más bien testimonial. Nadie duda de que Rockefeller Plaza ha comenzado su declive pero, seobre todo, ya todo el mundo conoce y ha celebrado la reinvención de Baldwin como actor de comedia en plena madurez. Ni un solo motivo extra, por tanto, para que logre su tercera estatuilla aunque tenga sobradas razones para encontrarse entre los seis elegidos.

Steve Carell por The Office
En el apartado de drama ya mencionábamos varios actores cuyas aspiraciones al Emmy estaban enquistadas sin remedio. Parece que ese es el caso de Steve Carell con The Office, que después de seis años en antena es un nominado prácticamente invisible a los votantes. Quede consignada aquí, de todas formas, su excelente vis cómica y el hecho de que Carell es un auténtico cómico americano, una de esas figuras que conecta de forma singular con la idiosincrasia de su país y que resulta difícilmente exportable.

Larry David por Larry David
La presencia de Larry David en esta categoría es como el Guadiana, que aparece y desaparece regularmente. No es casual: los personajes creados para, por, según, sobre y tras un cómico suscitan dudas acerca de si merecen o no la presencia en premios de interpretación. No por falta de talento, sino porque, teóricamente, los actores no incorporan tanto a un personaje como dan salida a sus propios fantasmas. Como si eso no fuera lo que hacen todos, a fin de cuentas. En cualquier caso, los premios a David siempre le llegarán más por la parte creativa (ya sea como productor o como guionista) que como actor. Y no por actuar más o menos, sino porque sus recursos como intérprete son muy limitados.

Tony Shalhoub por Monk
Tony Shalhoub ha estado nominado por todas y cada una de las ocho temporadas de Monk y no iba a fallar esta vez que la serie toca a su fin. El programa le dio la ocasión de oro a un actor que estaba llamado a convertirse en un secundario de relumbrón, y con ella tres Emmy, un Globo de Oro (de cinco nominaciones) y dos premios SAG (siete candidaturas). Así que su birllante composición de este detective con trastorno obsesivo-compulsivo ha quedado ya suficientemente recompensada. Igual que Monk deja paso a otras, a Shalhoub también le toca esta vez dar un paso atrás.

Matthew Morrison por Glee
El principal acierto de Glee radica en haber buscado a sus actores, no en agencias de representación de Los Ángeles, sino en los teatros de Nueva York. Ahí ha hecho toda sus carrera hasta la fecha Matthew Morrison, que despuntó con dos adaptaciones del cine al escenario: Footloose y especialmente Hairspray, y al que su gran espaldarazo le llegó con Light in the Piazza, un delicado musical que enamoró a la crítica y los aficionados. En su salto a la televisión a Morrison le ha tocado el premio gordo: el protagonista de la serie más comentada del año. Sin embargo, su Will Schuester es quizá una de las piezas menos interesantes de Glee, que funciona más como motor de la acción que como verdadero núcleo de la trama. Cuenta, eso sí, con la enorme baza de la simpatía del público y la notoriedad de la serie.

Quién ganará: Jim Parsons por The Big Bang Theory

Quién debería ganar: Jim Parsons por The Big Bang Theory

Mejor actor en una miniserie o telefilm

Emmy 2010: Actores protagonistas
Jeff Birdges
A Dog Year
Ian McKellen
The Prisioner
Al Pacino
You Don’t Know Jack
Dennis Quaid
The Special Reltionship
Michael Sheen
The Special Reltionship

Jeff Bridges por A Dog Year
Para redondear el año de su regreso triunfal, Jeff Bridges no se ha conformado con ganar un Oscar, sino que ahora compite también por el Emmy. Lo hace con un telefilm en el que interpreta a un escritor bloqueado al que regalan un perro problemático a ver si así consigue ocuparse de alguien que no sea él mismo. A Dog Year es tan mediocre como promete pero Bridges se las compone para salvar con honra su papel.

Ian McKellen por The Prisoner
Al muy shakespeariano Ian McKellen se le resisten muy pocas cosas, pero una de ellas son los grandes premios. Sigue sin Oscar, por el que ha competido un par de veces, pero también sin Emmy, y eso que aquí ha sido candidato otras cuatro ocasiones. Ahora tiene otra oportunidad con el coprotagonista del remake de The Prisioner, una serie británica de culto de los años sesenta que ahora hasta protagoniza rumores de adaptación al cine con realizadores de postín. McKellen interpreta al cabecilla de este misterioso grupo de reclusos sin memoria y que en esta nueva versión goza de mayor relevancia que en la versión original.

Al Pacino por You Don’t Know Jack
Al Pacino haciendo una película para televisión. Ese enunciado ya fue caballo ganador en esta misma categoría con Angels in America y todo apunta que lo volverá a ser esta vez con You Don’t Konw Jack, retrato del doctor Muerte, Jack Kevorkian, el mayor activista pro eutanasia de la historia de EE UU. Pacino ha afrontado este trabajo como uno de los grandes retos de su carrera y eso se nota en cada escena de la película. Desde una transformación física impresionante hasta secuencias de una intensidad emocional desarmante, Pacino es el único ganador posible de la estatuilla este año.

Dennis Quaid por The Special Relationship
Con este tíulo, que podría dar a pensar en una nueva histora de amor entre dos hombres, el telefilm aborda las relaciones entre Bill Clinton y Tony Blair, con guión del impecable Peter Morgan. En realidad The Special Relationship es un término ampliamente utilizado en política internacional para definir la estrecha colaboración entre el Imperio de Su Majestad y sus antiguas colonias allende el Atlántico. Dennis Quaid incorpora a Clinton con la dificultad de no tener un gran parecido físico y de sus limitadas dotes interpretativas. Aun así, salva los muebles apoyándose en un sólido guión y unos espléndidos compañeros de reparto.

Michael Sheen por The Special Relationship
Si mencionábamos la importancia de los compañeros de reparto de Dennis Quaid, es impescindible empezar por Michael Sheen. Pero su candidatura al Emmy tiene un grave problema: ya le hemos visto antes personificar al exprimer ministro británico en The Queen, de Stephen Frears, con guión del mismo Peter Morgan. Este trabajo es, por tanto, una prolongación de algo que ya hemos visto. Es un gozoso reencuentro, pero nada novedoso.

Quién ganará: Al Pacino por You Don’t Know Jack

Quién debería ganar: Al Pacino por You Don’t Know Jack