Goyatlón 2015: Mejor guión original

Como viene siendo habitual en los Goya, las cintas nominadas a mejor película están basadas en guiones originales. Dice mucho de una cinematografía que suela primar historias originales por encima de adaptaciones, en contraposición, por ejemplo, con los Oscar, que tienden a dar su premio mayor a películas basadas en libros o historias reales documentadas, mientras que el premio al guión original se reserva a producciones más innovadoras e independientes. ¿Se puede afirmar entonces que los Oscar (o el cine estadounidense) son más conservadores que los Goya y el cine español? Los candidatos este año en esta categoría son dos parejas consolidadas, representando a las cintas más nominadas del 2014, y dos recién llegados con apuestas rompedoras y modernas que hacen hincapié en su condición de original.

Daniel Monzón y Jorge Guerricaechevarría por El niño

Cinco años después de arrasar con la taquilla y los premios gracias a Celda 211, el tándem Monzón-Guerricaechevarría ha vuelto a firmar uno de los exitazos del año. Pero todo lo que había de tensión y opresión en aquella cinta carcelaria queda diluído en la historia de un chaval que va haciéndose un hueco en el trapicheo de drogas que es el día a día en el Estrecho de Gibraltar. Aunque el montaje y el ritmo externo de la película hacen que parezca que están sucediendo cosas constantemente, por desgracia lo que cuentan cae en la repetición, lastrando una duración que sobrepasa las dos horas. Además la construcción de personajes cae en los estereotipos, sus intereses y las tramas que los mueven no consiguen atrapar al espectador y los diálogos son mayoritariamente funcionales. Se trata de la segunda nominación para Monzón como guionista tras el Goya que ganó por Celda 211, pero es ya la sexta de Guerricaechevarría, habitual colaborador también de Álex de la Iglesia (El dia de la bestia, La comunidad, Los crimenes de Oxford). Las claves del éxito de El niño se encuentran más en su espectacularidad visual que en la calidad de su historia, por lo que creemos que el mayor premio que van a tener los guionistas son los 15 millones de euros que ha recaudado hasta ahora la película.

Alberto Rodríguez y Rafael Cobos por La isla mínima

Tras 7 vírgenes, After y Grupo 7, ésta es la cuarta nominación para el fructífero duo formado por Cobos y Rodríguez. Si en las dos primeras abordaban la adolescencia y la segunda adolescencia desde un prisma contemporáneo y urbano, con Grupo 7 ya entraban en el terreno del cine de época, aunque se tratasen de los turbulentos años de finales de los 80, enturbiados por la corrupción y los yonquis. La isla mínima, aunque sigue manteniendo las señas de identidad de ambos autores (cine andaluz, policiaco y mayoritariamente masculino), se enmarca en un deprimente ambiente rural, menos testosterónico y mucho más inquietante. La investigación por parte de dos policias de la desaparición de dos hermanas adolescentes en la provincia de Huelva en 1980 es narrada con pulso firme, atención al detalle y una sensación de que nada falta, todo es pertinente. De achacarle algo, podríamos mencionar una resolución ligeramente confusa en la que las dos tramas acerca de la corrupción de la inocencia se entremezclan. Pero quizá ése sea otro de los muchos aciertos de la película: no lo da todo masticado y exige una mayor implicación por parte del espectador. Además todos los personajes, tanto los dos policías protagonistas como todos los secundarios, están construídos y definidos con maestría. Se mire como se mire, La isla mínima es todo un hallazgo que se merece éste y un buen puñado más de premios Goya la noche del 7 de febrero.

Carlos Vermut por Magical Girl

Si esta categoría se midiese por la originalidad de la propuesta, Magical Girl, la segunda película de Carlos Vermut, premiada con la Concha de Oro en el último Festival de Cine de San Sebatián, no tendría competencia. Cualquiera que intente describir el argumento a otra persona seguramente obtenga a cambio miradas de desconcierto. Y no es porque los personajes sean particularmente marcianos: el protagonista, un padre de familia que hará todo lo que esté en su mano para poder hacer realidad uno de los últimos deseos de su hija enferma, puede ser perfectamente reconocible en estos tiempos de crisis que nos ha tocado vivir (la cinta tiene hasta subtexto social). Magical Girl es especial por las acciones de estos personajes dañados, empujados por unas circunstancias que les superan. Y es particular más por lo que no cuenta que por lo que muestra, lo que le da un aura inquietante y sobrecogedora, potenciada por la puesta en escena de Vermut, libre de efectismos. Pero a pesar de sus potentes imágenes y perturbadoras ideas, las más de dos horas de metraje le pasan factura a su ritmo. Quince minutos menos de película y estaríamos hablando de una historia redonda.

Damián Szifrón por Relatos salvajes

El tercer largometraje como director del argentino Damián Szifrón, amparado y producido por los hermanos Almodóvar, ha levantado pasiones allá donde se ha estrenado. Y no es para menos puesto que la premisa es de lo más sugerente: ¿es lícito perder el control y tomarnos la justicia por nuestra mano cuando somos empujados hacia el abismo? Su desventaja viene por su estructura, compuesta por seis historias cortas e independientes y con resultados algo desiguales. Mientras algunas rozan la genialidad, como ese prólogo en el avión (‘Pasternak’) o el descarnado relato de la avaricia frente a la adversidad del prójimo (‘La propuesta’), las hay que se quedan a medio camino como ‘Las ratas’ y otras se antojan demasiado largas, como el segmento de la boda (‘Hasta que la muerte nos separe’). Szifrón, que se hizo popular en el medio televisivo con dos grandes éxitos, Los simuladores y Hermanos & Detectives, ambos convertidos en remakes para la televisión española, demuestra tener una visión incisiva y sin miramientos de las peores pulsiones de la naturaleza humana. De ahí el secreto de su éxito: nos podemos llevar las manos a la cabeza pero a la vez entendemos y compartimos las reacciones de los personajes. De haber podido dotar de algo máas de cohesión y regularidad a sus historias, estaríamos hablando de un guión casi perfecto y de un seguro ganador.

Ganará: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos por La isla mínima
Debería ganar: Alberto Rodríguez y Rafael Cobos por La isla mínima
Molaría que ganase: Carlos Vermut por Magical Girl