Con Perdida fuera de juego, la categoría de mejor guión adaptado vuelve a coger aire y a ser una incógnita, más allá de las claras favoritas por arrastre. Cine biográfico formulista frente a propuestas menos clásicas a nivel formal y estructural son las principales bazas de la categoría que podría dar una estatuilla a películas más pequeñas, o seguir la estela de los grandes premios.
Jason Hall por El francotirador
La última película de Clint Eastwood parece que ha contentado a los académicos (la anterior, también de este año, Jersey Boys, algo menos). Casi sin representación en la carrera, El francotirador ha llegado a los Oscar con seis nominaciones incluyendo la categoría madre de mejor película. El guión, una de la biografías de la categoría, cuenta una historia realmente apasionante, aunque de una forma bastante clásica, todo muy acorde al cine de Clint Eastwood y que, tras su histórico éxito en taquilla podría llevar a los académicos a inclinarse hacia el respaldo del público. Sea como fuere, la historia reciente de los EEUU siempre es material pertinente de ser premiado.
Graham Moore por The Imitation Game (Descifrando Enigma)
La apuesta de Weinstein para esta edición es The Imitation Game (Descifrando Enigma). Basada en el libro de Andrew Hodges sobre la vida y obra del matemático inglés Alan Turing, la simplicidad y clasicismo de su propuesta es una de sus características más esenciales. Poca emoción, muchos personajes no muy bien construidos y, en definitiva, la idea de que hay mejores pasajes en la historia de Enigma que los que se presentan (sobretodo, a tenor de los pequeños atisbos de esos pasajes que se muestran en la película), son sus principales lastres. A cambio, una de las vidas más apasionantes del siglo XX, padre de prácticamente todo lo que conocemos ahora en la sociedad de la información y una estimable lección de historia.
Paul Thomas Anderson por Puro vicio
Puro vicio es la primera adaptación de una novela de Thomas Pynchon al cine, y no es casualidad. El estrambótico, extraño y surreal universo del escritor es adaptado por otro no menos peculiar autor: Paul Thomas Anderson. El resultado es un guión tan fiel a la propuesta original como poco accesible para el gran público, por lo que su principal ventaja es también su principal inconveniente. Sea como fuere, y a la espera de saber si los académicos son rompedores o no, Puro vicio es una hilarante comedia que homenajea los thrillers de los setenta con muchísima personalidad. En definitiva, un digno paso en la carrera de P.T. Anderson que sería estupendo que le proporcionara su primer Oscar como guionista (después de haber estado tres veces nominado).
Anthony McCarten por La teoría del todo
Otro de los biopics de la categoría es el (equívocamente) anunciado como de Stephen Hawking, aunque la historia (y el material original en el que se basa), es, de puño y letra, de la esposa del astrofísico. Desde su punto de vista y con una concepción formal, idílica y preciosista, que contrasta con la realidad del científico, La teoría del todo es la gran historia de amor y superación que supera todas las barreras que todos queremos ver y llorar… pero, sin desmerecer, se queda a medio gas de lo que realmente es sobre papel. Probablemente sea por las dos colosales interpretaciones de sus protagonistas, pero éste guión de Anthony McCarten no es el mejor que puede tener esta película. Lo cual no significa que sea malo, simplemente, insuficiente.
Damien Chazelle por Whiplash
La gran sorpresa burocrática de este año en los Oscar es la nominación a mejor guión adaptado del guión original de Whiplash, escrito por su director Damien Chazelle. Los argumentos de la Academia apuntan a que el guión definitivo está basado en un material anterior: un cortometraje utilizado por el equipo para conseguir financiación para la película que ganó la categoría de mejor cortometraje en 2013 en Sundance (para acabar ganando como mejor largometraje en 2014). Los argumentos del autor: que el guión estaba escrito antes del cortometraje, del que se filmaron algunos pasajes para poder encontrar presupuesto para la financiación del largometraje. Sea como fuere, y tras hacer campaña para ser nominado en la categoría de mejor guión original, Whiplash aparece en esta categoría, en la que parte con la ventaja de ser una de las revelaciones de la temporada, una multipremiada cinta con dos interpretaciones imbatibles, un montaje brutal y una dirección de pulso firme que plasma en imágenes esta impactante historia de espíritu de superación distorsionado y llevado al extremo. Gran merecedora del premio.
Ganará: The imitation game
Debería ganar: Whiplash
Molaría que ganara: Puro vicio