Este es verdaderamente un año bastante peculiar en los Oscar. Hasta ahora la categoría de guión adaptado estaba relacionada directamente con los candidatos a mejor película (en los 3 últimos años los ganadores de ambas categorías han coincidido), pero este año las favoritas en la categoría principal o tienen guiones originales (En tierra hostil, Malditos bastardos) o no tienen el guión nominado (Avatar, como ya le pasó a Titanic). Eso deja el campo abierto a que Up in the Air se lleve su premio de consolación el 7 de marzo. Pero, ¿hay alguna otra que pueda dar la sorpresa?
District 9,
escrito por Neill Blomkamp y Terri Tatchell
Al apadrinado de Peter Jackson y nuevo niño mimado de la industria de Hollywood (todos los ojos están puestos en él ahora mismo) se le habrá escapado la nominación como mejor director este año, pero afortunadamente ha conseguido ser reconocido en la categoría de guión adaptado por su debut en el largo District 9, junto a su amiga Terri Tatchell, graduada en guión por la escuela de cine de Vancouver y con la que ya escribió su corto Adicolorbellow. El surafricano Neill Blomkamp, curtido en el mundo de la publicidad, ha decidido adaptar su propio corto Alive in Joburg, brindándonos una de las mejores premisas del año: los extraterrestres nos han contactado, sí, pero en lugar de invadirnos, los hemos hacinado en guetos, como ya se hizo con los negros durante el apartheid. Aparte de esa premisa, la estructura del guión es excelente, su ritmo encomiable, el protagonista muy bien definido y desarrollado (ayudado por el buen hacer del actor Sharlto Copley). Hasta la historia de amor y ese final agridulce son redondos. Si una película puede dar la sorpresa, es ésta.
El escritor inglés Nick Hornby, autor de novelas como Alta fidelidad o Érase una vez un padre (About a boy), ambas adaptadas al cine, al igual que su novela autobiográfica Fiebre en las gradas, se estrena en la escritura de guiones cinematográficos con An education pero, sorprendentemente, no adaptando un texto suyo sino las memorias de Lynn Barber, periodista del Sunday Times. La historia, ambientada a principios de los sesenta en Inglaterra, nos narra la juventud de Jenny, que se debate entre continuar sus estudios o dejarse absorber por la vida de lujos que le brinda su nuevo novio, mayor que ella. Hornby dota a sus personajes de carisma y encanto y al de David un punto de ambigüedad que hace más interesante la trama. Los cuidados diálogos, muy británicos, perfilan una adaptación entrañable, que consigue desear que compartamos los descubrimientos de la vida junto a la protagonista. Un libreto notable, pero con escasas posibilidades.
In the Loop, guión de Jesse Armstrong, Simon Blackwell, Armando Iannucci y Tony Roche
La mayor sorpresa en esta categoría la han dado el equipo de guionistas británicos liderados por Armando Ianucci y responsables de la serie de culto de la BBC4 The Thick of It, sátira política que lleva ya tres temporadas, digna heredera de Sí, señor ministro pero adaptada a nuestros tiempos. Para dar el paso a la gran pantalla, Ianucci y compañía han ideado una trama mordaz e hiriente para In the loop, sobre los tejemanejes internos tanto del gabinete británico como del norteamericano acerca de la posible intervención en un conflicto bélico (a todas luces la Guerra de Irak, aunque nunca es mencionada). Con unos diálogos rápidos y vivaces cargados de bilis, sobre todo los que ponen en boca del personaje de Malcolm, que beben mucho de la estructura de The Office, de Ricky Gervais, es una auténtica delicia que con la nominación ya tiene suficiente recompensa.
La poetisa Sapphire (nacida Ramona Lofton) escribió en 1996 su novela Push y enseguida se convirtió en un referente de la literatura feminista. La historia, que no escatima en detalles escabrosos, es narrada en primera persona por Precious, una chica de Harlem de 16 años que ha sido violada repetidas veces por su padre y despreciada violentamente por su madre. El realizador Lee Daniels contó con el profesor de la Universidad de Columbia Geoffrey Fletcher para realizar la adaptación que se convertiría en el film Precious. Se trata del primer trabajo de Fletcher y eso se nota. A pesar de contar con una estimable afinidad con el espíritu femenino, tal y como requiere la historia, la estructura es algo inconexa y algunas secuencias se hacen repetitivas con el único objetivo de recrearse en la miseria de la historia. En el lado positivo tenemos algunos monólogos excelentes. Esperamos que Fletcher, que apunta maneras, nos sorprenda con el guión de Attica, que prepara para el director Doug Liman, sobre el motín de la famosa prisión.
Up in the Air,
guión de Jason Reitman y Sheldon Turner
La favorita en la categoría trae polémica. Sheldon Turner (El clan de los rompehuesos) trabajó por orden de la Fox, que había comprado los derechos, en la adaptación de la novela Up in the Air, escrita por Walter Kim en 2001 y que sigue las vicisitudes de Ryan Bingham, consejero laboral especializado en despidos, y sus aspiraciones en la vida, sus relaciones personales en una sociedad cada vez más hermética e individualizada. Pero el caso es que Jason Reitman (Juno, Gracias por fumar) compró un día la novela y decidió realizar su propia adaptación. El gremio de guionistas (WGA) ha intentado ser lo más salomónico posible y ha concedido créditos a ambos (por ejemplo, Turner creó el personaje de Anna Kendrick, que no existía en la novela, aunque lo concibió como un hombre y fue Reitman quién lo transformó en un personaje femenino). Aparentemente Reitman no acabó muy contento con la decisión de la WGA de tener que compartir los merecidos premios que se está llevando el libreto y ya le hizo un desplante a Turner en los Critics Choice. ¿Qué sucederá el 7 de marzo?