Es cuando menos curioso que de las nueve películas nominadas a mejor película en los Oscars de este año, sólo cinco de ellas sean candidatas en la categoría de guión, dos originales y tres adaptados. Eso significa que se han quedado fuera apuestas que se consideraban casi seguras como Criadas y señoras y que otras cintas como War Horse o Tan fuerte, tan cerca no gozan de demasiado apoyo. Sólo por eso, en la categoría de guión adaptado, tres candidatas parten con más opciones, aunque todos son trabajos sobresalientes.
Alexander Payne, Nat Faxon y Jim Rash por Los descendientes
Esta es la tercera nominación de Payne como guionista, tras haber conseguido el Oscar hace siete años por Entre copas. Los actores televisivos Nat Faxon (Joey) y Jim Rash (el decano de Community) tenían desde el 2008 el guión de Los descendientes, adaptación de la primera novela de la hawaiana Kaui Hart Hemmings, dando vueltas por los estudios de Hollywood. Hasta que Payne se involucró en el proyecto dejando su impronta: el resultado, como en todo el cine de Payne, es un relato emotivo envuelto en la apariencia de una historia sencilla y cotidiana. Los personajes y sus acciones se nos hacen cercanos y son creíbles todo el rato. Todo resulta pertinente. Una nueva muestra de la sutilidad de Payne para lograr emocionarnos y que merece alzarse con la victoria.
John Logan por La invención de Hugo
Logan, el único nominado en solitario este año, consigue con ésta su tercera candidatura tras las de Gladiator y, también con Scorsese, El aviador. No era tarea sencilla llevar a la gran pantalla la cuarta novela del ilustrador Brian Selznick, narrada principalmente a través de las 284 ilustraciones que hay a lo largo de sus páginas. Con una historia en la que importa tanto la imagen como la palabra parecería que el trabajo del guionista está ya medio hecho, pero Logan es capaz de mantener toda la magia y el espíritu nostálgico de un libro que abre a su autor las puertas al Olimpo de autores universales infantiles como Antoine de Saint-Exupéry o Maurice Sendak. ¿Podría la película con más nominaciones este año perder el premio al mejor guión? A pesar de la calidad del material no sería algo descabellado.
George Clooney, Grant Heslov y Beau Willimon por Los idus de marzo
Otro caso de gran nombre de Hollywood que se interesa por el trabajo de dos guionistas y aporta su granito de arena. Para Clooney ésta es su segunda nominación como guionista, tras la de la magnífica Buenas noches y buena suerte; Grant Heslov es un eterno secundario visto en cintas como Mentiras arriesgadas y Beau Willimon es un escritor teatral cuya obra, «Farragut north», decidió adaptar con la ayuda de Heslov, lo que se convertiría en el guión de Los idus de marzo. Seguramente la carga política es lo que más interesaría a Clooney del proyecto, pero en lugar de querer mandar un mensaje amable y optimista, el resultado es una dura crítica al sistema electoral estadounidense, dejando a demócratas y republicanos a la altura del betún. Quizá por eso la película no ha gozado de más éxito, porque es difícil que contente a la gente. A pesar de que es un libreto muy notable, el hecho de que sea la única nominación de la película deja el premio por imposible.
Aaron Sorkin, Steven Zaillian y Stan Chervin por Moneyball: Rompiendo las reglas
En una noche en la que el número de nominaciones podría ayudar a La invención de Hugo a hacerse con el Oscar al mejor guión adaptado o las alabanzas críticas y la cercanía en el tiempo de su estreno pueden hacer que recaiga en Los descendientes, ¿podrían dos pesos pesados de la talla de Aaron Sorkin (La red social) y Steven Zaillian (La lista de Schindler) dar la sorpresa? Basándose en el libro de Michael Lewis, al que dotó de sentido narrativo Stan Chervin, Zaillian y Sorkin nos regalan una emocionante historia de resistencia ante la adversidad. El positivismo de Sorkin y la sabia estructuración dramática de Zaillian cristalizan en una historia diseñada para que adoren todos los estadounidenses. No hay que descartar en absoluto a estos dos zorros maestros.
Fue toda una sorpresa oír el nombre del matrimonio inglés formado por Straughn y O’Connor siendo nominados por su guión adaptado de la novela de John Le Carré El topo, en lugar del de Tate Taylor por Criadas y señoras. Y de llevárselo probablemente se convertiría en uno de los momentos más emotivos de la ceremonia cuando Straughn subiese solo a agradecérselo a su recientemente fallecida esposa. Pero por desgracia la falta de presencia de la película en el resto de categorías importantes lo hace altamente improbable. Y es una lástima porque se trata de un guión sutil y absorbente que convierte a El topo en una de las mejores cintas del género de espías jamás rodadas. La dosificación de la información, la construcción de la tensión… todo conforma un guión redondo.