La cuarta película de Woody Allen en Londres es quizá la que más recuerda a algunas de las grandes que hizo en Manhattan, y no sólo por el tratamiento de la ciudad como un personaje más, algo que ya hizo en Match Point, aunque en el caso de Conocerás al hombre de tus sueños a veces se convierta en personaje principal, y no secundario, e impida que nos concentremos en lo que de verdad importa, que son las historias y sus protagonistas. Me refiero más bien al hecho de que agrupa a varios personajes que se encuentran en el mismo momento (predisposición mental, situación, encrucijada o como se quiera llamar) de sus vidas y observa las decisiones que toma cada uno de ellos a continuación, como en Hannah y sus hermanas y en Maridos y mujeres, por ejemplo. Cuatro personas relacionadas entre sí (los padres, la hija y el yerno) atisban individualmente cuál puede ser la solución a sus problemas, la llave de la felicidad, y se deciden a ir a por ella por el camino más corto, parece que sin pensar en las consecuencias y caiga quien caiga.
Se apoya para ello en unos actores magníficos, que cumplen con creces (incluso Anthony Hopkins, al que algunos críticos achacan no terminar de encontrar el punto a su personaje de hombre en las puertas de la vejez sin problemas económicos que se divorcia de su mujer de 40 años para intentar vivir una segunda juventud, a mí me parece que no pierde en ningún momento esa actitud de hombre sobrepasado por las circunstancias a las que le han llevado sus propias decisiones). Está fantástica Gemma Jones; muy bien Josh Brolin y también Naomi Watts. Pero hay algo que falla, que provoca que la historia no termine de cuajar.
Puede ser la distancia desde la que observa a este cuarteto, una distancia que parece mayor que en otras ocasiones. A veces da la impresión de que no ha logrado comprometerse con ellos, no ha sabido dotarles de suficiente alma, y, por supuesto, no ha sido capaz de llevarles a los extremos en los que sí coloca a sus personajes en otras ocasiones. Es la sensación de que se ha quedado en un esbozo: no sé si por cansancio, ha dibujado muy bien las situaciones, los personajes están bien definidos y son coherentes a lo largo de toda la cinta, pero quizá les falta ese par de vueltas que les hace memorables en otras películas. Creo que un toque a lo Misterioso asesinato en Manhattan, a lo Balas sobre Broadway o a lo Match Point no habría sobrado para nada. A lo mejor es simplemente que la mirada que echa sobre ellos es mucho más cínica, para nada empática ni compasiva; son cartas para una buena jugada de póquer y en manos de un jugador inexperto.
Lo malo es que no es un jugador inexperto, sino Woody Allen. Y sales del cine pensando que qué ocasión tan desperdiciada. Conocerás al hombre de tus sueños (qué pena de título en español, al igual que el cartel al estilo Mad men) no va a estar en la lista de las mejores películas de Woody Allen, pero es agradable de ver, es muy reconocible como película suya, y parece un paso adelante en la dirección de aquellas que nos enamoraron y engancharon a su cine para toda la vida.