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CRÍTICA: ‘Salidos de cuentas’, humor epidural

CRÍTICA: 'Salidos de cuentas', humor epidural

Dos géneros (o subgéneros, o como quieran llamarse), poco frecuentados en los tiempos que corren como son la road movie y la buddy movie, se dan la mano en Salidos de cuentas, una divertida comedia que supone un no-confeso entretenimiento circunstancial mientras llega la segunda parte del éxito de la Warner Resacón en las Vegas. No es sustitutivo, pero a falta de pan, buenas son tortas.

Peter Highman y Ethan Tremblay son dos absolutos y antitéticos desconocidos que, por azares del destino, tienen que compartir un viaje en coche hasta Los Ángeles. Este es el comienzo de una disparatada aventura que recupera, recicla y aprovecha situaciones de otras películas similares, pero que en esta ocasión están orquestadas por la maquinaria Warner, tanto detrás de la cámara, con Todd Philips, como delante de ella con Robert Downey Jr., Zach Galifianakis y la colaboración de Jamie Foxx.

Nada va a sorprender, ni nada va a cambiar los cimientos del género, pero no hay duda de que la vis cómica de actores más vinculados a papeles en géneros menos dados a la comicidad, como pueden ser Robert Downey Jr. o Jamie Foxx, están, si no ya a la altura de cómicos consagrados como Galifianakis, muy cerca de la estrella principal del espectáculo, lo que los hace compañeros de ruta perfectos para ello.

Pero si se disfruta con la comedia y, muy en especial, si Zach Galifianakis supo a poco con su resacón, este es el momento y el producto adecuado para acercarse al cine a disfrutar de una comedia sin complejos, echar unas risas y dejar los problemas en la puerta. La película no pretende más, y sin duda lo consigue. Una muestra más de que, aunque no sea el único protagonista, Galifianakis es capaz de recibir toda la atención en una escena.