Las lluvias torrenciales provocan la crecida del río, que inunda un pueblo. La corriente arrastra a los hermanos Crebinsky y a su vaca, que aparecen milagrosamente vivos en un lugar de la costa. Crecen allí, al pié de un faro, a base de sobrevivir recogiendo cosas que trae el mar, las crebas. Aislados de los acontecimientos bélicos que les rodean, los hermanos crean su propio mundo: un universo particular de realismo fantasioso. El ritmo cotidiano de convivencia con su vaca Muchka, se ve alterado cuando ésta desaparece. Y es entonces cuando los hermanos inician una búsqueda desesperada que los llevará desde la costa hacia el interior. Un viaje interior de encuentros inesperados, sentimientos ocultos y recuerdos borrados. Sin saber a donde van, acaban descubriendo de donde vienen.